Por David Uriarte /          

Mientras son peras o son manzanas, los empleados y jubilados de la UAS están en la línea de la incertidumbre, es decir, las autoridades universitarias enfrentan dos conflictos, las acusaciones de la Fiscalía, y lo reducido de los tiempos para gestionar los recursos necesarios y suficientes que soporten la dispersión de la prestación más esperada por empleados y jubilados: el aguinaldo.

Regalos, vacaciones, abonos, compras, cenas, excepcionalmente ahorros, es lo que representa el aguinaldo para casi todos los trabajadores en México, los empleados y jubilados de la UAS, hacía muchos años no vivían el grado de incertidumbre que viven hoy, es cierto que las finanzas a fin de año no están para presumir, pero siempre las gestiones de las autoridades aseguraban la prestación social tan esperada.

Convenios, firmas, rectificación de cifras, viajes relámpagos a la Ciudad de México, reuniones apresuradas, dificultades inesperadas, tiempos reducidos, y mucho más, es lo que está sucediendo en búsqueda del recurso para cumplir con el aguinaldo, si es posible el próximo miércoles 20 de diciembre.

La tranquilidad de muchos jubilados contagia a otros tantos empleados que desconocen, o aun conociendo las peripecias de cada año para garantizar el aguinaldo, saben o confían en la inteligencia y capacidad de gestión y negociación de las autoridades universitarias para conseguir el recurso a tiempo.

Más que desgastante para las autoridades universitarias, es desquiciante el número y tipo de acciones que tienen que correr, desde Gobierno del Estado, Secretaría de Hacienda, Secretaría de Educación Pública federal; en cada nodo hay que deshacer las inercias burocráticas, y hoy las inercias políticas, sin embargo, a todas las entidades involucradas en el tema del aguinaldo de la UAS, les conviene que esto se resuelva y se resuelva bien.

Los litigios siguen su rumbo y tendrán el final que tengan que tener, pero no se puede truncar o incumplir con la obligación contractual de empleados y jubilados de una institución que puede reventar las contenciones sociales si le pegan en su bolsillo y en el estómago de su recurso humano, y en las ilusiones navideñas de sus familias.

Puede desfasarse la entrega del aguinaldo en la UAS, pero no puede ni pensarse que no se les cumpla, desde la fuente de los deseos se les puede asegurar que si pasarán una ¡Feliz Navidad!