Por David Uriarte

El Estado a través de la Secretaría de Salud suspendió el tradicional Maratón de la ciudad de Culiacán en su edición 32. Muchas preguntas surgen y muchas respuestas se quedan en el aire.

Los maratonistas Héctor Melesio Cuén Ojeda, y el Dr. Carlos López Portillo, deportistas de fondo a finales de los noventas y principios de este siglo, hoy están detrás de la mesa de las decisiones por cuestiones sanitarias.

Si alguien entiende a los maratonistas son precisamente ellos, el secretario y el subsecretario de salud, deportistas en receso por condiciones propias de sus vidas, y por atender las responsabilidades que el gobernador Rocha Moya les confirió.

Después de ponderar hasta el último detalle en cualquiera de las dos opciones: realizarlo o suspenderlo, la balanza se inclinó a la suspensión, priorizando con esto la salud de los participantes en particular y de la sociedad en general.

Es cierto que la capacidad hospitalaria ronda en el 85% de camas disponibles en Sinaloa en caso de necesitar hospitalizar pacientes, pero ese no es el tema, el tema es la protección de la salud, el diagnóstico y el tratamiento oportuno, así como la rehabilitación del daño en caso de presentarse consecuencias por la infección viral.

El maratón y los maratonistas deberán esperar mejores momentos, sin embargo, el maratón de eventos políticos en Culiacán inició desde principio de año, el primer banderazo se dio entre el Presidente Municipal y el Congreso del Estado con el tema de las tablas catastrales, el pago del predial y del agua potable, y los descuentos a jubilados y pensionados.

Después reaparecieron los policías jubilados y las viudas de los policías caídos en cumplimiento o no del servicio; después, la confrontación directa de un diputado local en contra del alcalde.

Acto seguido, los pepenadores hicieron su arribo obstruyendo la arteria principal de Culiacán, causando un caos vehicular exponencialmente mayor que lo ocurrido de haberse dado el maratón deportivo.

Y, para cerrar con broche de oro, empleados sindicalizados del Ayuntamiento de Culiacán protagonizaron conato violento en la puerta posterior del edifico del Ayuntamiento de Culiacán.

Otro maratón.