Por David Uriarte /

Como decía un presidente famoso, “sólo secuestran o les roban a los que tienen dinero”, ese es el riesgo de tener dinero en un país como el que gobernaba ese presidente, quienes tienen un estilo de vida “privilegiado” por una libertad económica amplia o ilimitada, pagan, a veces, un precio muy alto, ya sea a manos de la delincuencia, de la competencia, o de la ley y el gobierno.

En Sinaloa, algunos comerciantes han vivido en ‘los cuernos de la luna’, por ejemplo, cirujanos plásticos y estéticos, los últimos veinte años, México, específicamente la ciudad de Culiacán, ha mantenido un ritmo espectacularmente alto de cirugías plásticas, a tal grado, que el turismo médico en esa área empezaba a repuntar, es decir, pacientes de otros estados y de otros países, venían a Culiacán a someterse a procedimientos quirúrgicos por dos cosas: por ser más barato en relación a Estados Unidos, y por tener Culiacán los cirujanos plásticos con más habilidad.

El precio que está pagando esta especialidad quirúrgica es alto, algunos médicos han abandonado la plaza, otros tienen miedo salir a operar, otros de plano están pensando incursionar en otras actividades por la soledad en la consulta y el quirófano, mientras tanto, el ritmo y estilo de vida que venían arrastrando los mantiene preocupados al ver estacionado su crecimiento económico, algunos incluso están pensando vender propiedades para subsanar su economía.

El precio que están pagando es un precio alto e inesperado, nunca las profesiones habían estado en el renglón de los riesgos como en este año, menos la profesión médica.

Las agencias automotrices de alta gama han experimentado bajas en sus ventas en esta plaza, en otros años, las mejores ventas se daban a fin de año, hoy lucen en el desespero por cumplir con sus metas de ventas que al parecer no alcanzarán, este es otro de los precios que está cobrando la crisis de inseguridad y su origen.

La política y los políticos también están pagando su cuota, ayer la presidenta mando su mensaje muy claro a todas y todos los gobernadores del país, no delegar, les dijo, a enfrentar lo que está pasando en materia de inseguridad con trabajo diario en las mesas de seguridad y construcción de paz.

Las familias con estilo de vida privilegiado derivado de actividades riesgosas, saben que en esta vida todo tiene un precio, a veces, precio tan que se paga con la vida.