Por David Uriarte /
El sufrimiento individual es la célula del tejido social que sufre. El sufrimiento individual tiene un significado diferente al sufrimiento social, pocos voltean a ver el sufrimiento individual, es un grano de arena en el desierto, cuando se suman, empieza a ser visible, empieza a representar una ocupación o preocupación para los gobernantes.
En una comunidad de un millón de habitantes ¿Cuántos estarán en manos del sufrimiento? El número hipotético que se piense puede ser la muestra de la realidad que estimula la conciencia, si no hay conciencia no hay nada, las personas y los gobernantes deben tener conciencia del sufrimiento, la persona para trabajarlo y el gobierno para cumplir con su función de paz y tranquilidad social.
Se debe separar el sufrimiento que nada tiene que ver con la función social del gobierno, es decir, una cosa es sufrir por una enfermedad incurable, y otra cosa es sufrir porque no hay atención medica o insumos para tratar o recuperar la salud, una cosa es sufrir por el familiar que falleció de muerte natural, y otra cosa es sufrir por el asesinato como parte de los daños colaterales de la violencia.
El sufrimiento social originado por la inseguridad, es precisamente lo que debe atender el gobierno, el sufrimiento causado por el deterioro del sistema de salud, el sufrimiento por la falta de fuentes de empleo, este es el sufrimiento social, el grito desesperado de una sociedad que ve en su gobierno el analgésico para su dolor.
Los reclamos del sufrimiento social no se alivian con discursos, promesas, o regaños, se arreglan con respuestas concretas, si el sufrimiento es derivado de la inseguridad, el tratamiento es la protección de la sociedad en este tema, el gobierno sabrá si lo resuelve con inteligencia, con cámaras de videovigilancia, con policías, con rifles, con patrullas, con ayuda del ejército, la marina, la guardia nacional o con lo que sea necesario, menos con promesas.
Si el sufrimiento se deriva del sistema de salud, sólo hay que reponer la infraestructura, contar con el personal médico necesario y suficiente para todas las enfermedades incluyendo las catastróficas como el cáncer, y por supuesto, con todos los medicamentos: todos.
Si el sufrimiento social se deriva de la pobreza, de la falta de empleos, el gobierno tendrá que incentivar a los empresarios para coadyuvar en la creación de empleos bien remunerados.
Otro esquema no funciona.