De las 13 vitaminas esenciales, la vitamina D podría ser una de las más particulares y únicas.
Para empezar, es una de las pocas vitaminas que nuestro cuerpo puede producir por sí mismo. Bueno, casi por sí mismo, con ayuda del sol. Por eso suele llamarse la vitamina “del sol” y también la podemos obtener de los alimentos.
Cuando tenemos un déficit de vitamina D, es posible que sientas los típicos efectos de su deficiencia en el cuerpo.
“La deficiencia de vitamina D se ha vuelto cada vez más común en la última década. Y esto es preocupante ya que su déficit puede tener efectos perdurables en la salud y el bienestar de una persona”, dice el Dr. Donald Brown.
Si no se trata, la deficiencia de vitamina D puede causar osteoporosis en adultos, raquitismo en niños y adversidades con los bebés de mujeres embarazadas. También la deficiencia puede estar relacionada con enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer, aunque se necesitan más estudios sobre este tema.
Debemos considerar que obtener vitamina D va más allá de simplemente asolearnos un poco todos los días.
¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de vitamina D?
La vitamina D juega un papel muy importante en nuestro organismo ya que contribuye a:
- Mantener huesos y dientes fuertes
- Promover la función muscular adecuada
- Facilitar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo
- Combatir infecciones
“Ante lo importante de las funciones anteriores, será más fácil comprender el impacto en la salud, al tener deficiencia de vitamina D en el organismo”, agrega el Dr. Brown.
Señala el experto del Hospital Houston Methodist, que la deficiencia de vitamina D en adultos puede pasar inadvertida, hasta que se convierte en una deficiencia grave.
Los síntomas de la deficiencia de vitamina D pueden incluir:
- Fatiga
- Debilidad y/o dolor muscular
- Dolor en las articulaciones
- Depresión
“Si notas estos signos contacta a tu médico, quien podrá interpretar tus análisis de sangre y evaluar tus niveles de vitamina D. Así, podrás conocer si tienes cierta deficiencia y debas complementar la ingestión de vitamina D. Incluso, si estás experimentando estos síntomas o no, tu médico comprobará tus niveles de vitamina D en el caso de que te hagas un chequeo físico anual, que es muy recomendable”, añade el Dr. Brown.
¿Por qué ocurre la deficiencia de vitamina D?
Hay varias razones para que un adulto tenga niveles reducidos de vitamina D, incluyendo:
- Aumento de la edad: la capacidad de la piel, para producir vitamina D, disminuye con el tiempo
- Reducción de la exposición al sol: tu cuerpo solo produce vitamina D cuando la piel está expuesta a la luz solar
- Tener la piel más oscura: el tono de nuestra piel afecta la cantidad de vitamina D producida, cuando estamos expuestos al sol. En el caso de una piel de color claro se producirá más vitamina D, en comparación con una piel más oscura
- Falta de vitamina D en la dieta. Aunque muy pocos alimentos contienen naturalmente vitamina D, muchos están fortificados con esta.
- Condiciones de salud que puedan afectar la manera en que el cuerpo absorbe o procesa la vitamina D, incluyendo la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca, la colitis ulcerosa, la fibrosis quística, la obesidad y la enfermedad renal o hepática crónica.
- Algunos medicamentos y procedimientos médicos, como laxantes, esteroides, fármacos para tratar el colesterol alto, para convulsiones o tuberculosis, así como cirugía de bypass gástrico.
“Es importante actuar cuando hay deficiencia de vitamina D y hacerlo requiere de tu médico, quien te ayudará a desarrollar un plan de tratamiento efectivo y seguro. Si bien la poca exposición al sol puede afectar nuestros niveles de vitamina D, no se recomienda aumentar la exposición al sol como fuente de vitamina D, porque podría incrementar el riesgo, de por vida, de desarrollar cáncer de piel”, advierte el médico especialista.
También es importante conocer que tomar demasiada vitamina D también puede ser perjudicial para la salud.
¿Son reversibles los síntomas de la deficiencia de vitamina D?
Afortunadamente la deficiencia de vitamina D es tratable, siempre bajo la guía de tu médico.
“El objetivo es restaurar los niveles de vitamina D a sus niveles normales y mantenerlos allí”, dice el Dr. Brown. “Lograr esto, dependerá de cada persona, por lo cual es importante que un profesional de la salud evalúe los resultados de laboratorio para ofrecer un plan adaptado a cada caso “.
Una forma de elevar los niveles es comiendo alimentos ricos en vitamina D, incluyendo:
- Trucha, salmón, atún y macarela.
- Alimentos fortificados con vitamina D, como leche y algunos tipos de jugo de naranja y yogur.
- Setas, queso y yema de huevo, aunque estos alimentos contienen pequeñas cantidades.
En algunos casos, el médico podrá recomendar la ingestión de algún suplemento de vitamina D.
¿Cuál es el mejor suplemento de vitamina D?
“La vitamina D está incluida en la mayoría de los multivitamínicos. También hay suplementos que contienen únicamente (o principalmente) vitamina D. Hay dos tipos de vitamina D que se encuentran en los suplementos, se trata de D2 y D3. Los suplementos de vitamina D3 se pueden encontrar sin receta, mientras que los suplementos de vitamina D2 requieren receta médica. Tú médico te ayudará a entender cuál es el adecuado para ti”, dice el Dr. Brown.
Por ello, el Dr. Brown reitera la importancia de hablar con un médico antes de tomar un suplemento de vitamina D, o cualquier suplemento.
“Es frecuente que se exagere en la ingestión de suplementos de vitamina D, viendo posibles efectos secundarios que van desde náuseas, estreñimiento, aumento de la sed y de micción urinaria, confusión al hablar, etc.” advierte el Dr. Brown. “Si bien no se puede obtener demasiada vitamina D con la exposición al sol, recuerda no aumentar la exposición al sol como una forma de mejorar la deficiencia de vitamina D, ya que esto puede aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de piel”.