Por David Uriarte

La palabra unidad es más que un eslogan político, es más que una definición de diccionario que pondera la propiedad de las cosas para permanecer indivisibles y no fragmentarse; la palabra unidad al unísono en la conciencia sindical del SNTE 53, es la ratificación del origen y el destino de los trabajadores de la educación en Sinaloa.

En el camino del crecimiento sindical, las miradas siempre estarán en los liderazgos, siempre serán motivo de escrutinio y auditoria de todas las acciones emprendidas, siempre habrá reclamos, siempre habrá disidencias, siempre habrá inconformidades, creencias y opiniones diferentes. Sin embargo, es la unidad el pegamento que mantiene funcionando la estructura representativa de los intereses colectivos.

La historia de los organismos sindicales es la misma historia de las familias, no importa el apellido, siempre habrá conductas inesperadas, expectativas no cumplidas, reconocimientos no otorgados, o sobredimensionamiento de los actos.

En ocasiones, la rebeldía no es otra cosa que la muestra de identidad y no el desacato per se, es decir, la sumisión y la disciplina son cosas distintas, como distinta es la conducta de los líderes que buscan conducir a sus iguales o representados al mejor puerto y no al intercambio o a la venta de conciencias.

La Sección 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Sinaloa, decidió resguardarse en su domicilio social para conmemorar el Día del Trabajo, para refrendar las conquistas laborales y ratificar el principio de unidad que les da identidad.

Sacar de las calles a sus agremiados en esta fecha, evitando exponerlos a las maledicencias o al escarnio propio de un encono construido en las diferencias políticas, es la evidencia de un liderazgo maduro, comprometido y promotor de la unidad.

La historia es la huella del comportamiento personal y colectivo, no se discuten los hechos, se busca conservar el espíritu de unidad que dio origen al movimiento gremial, y reivindicar nada más y nada menos que los derechos conquistados.

La prueba que mide la credibilidad de un liderazgo; es la defensa de los derechos de los representados.