Por David Uriarte /
Los dos impulsos propios de la especie humana son la conservación y la reproducción, hoy se viven más años que antes, hoy las parejas se separan más que antes y se casan menos.
Nadie o casi nadie se quieren morir, se busca hasta donde se puede la perpetuidad, el estilo y la calidad de vida. Del año 2000 a la fecha, la tasa de divorcio en México ha crecido 182%.
¿Cuáles son las causas de separación de las parejas en México? Las mismas o casi las misma de todas las parejas del mundo: sexo, dinero y poder.
Uno de los problemas frecuentes y recurrentes son los relativos al sexo, infidelidad, trastornos del deseo sexual, eyaculación precoz, dolor en las relaciones sexuales y disfunción eréctil masculina ocupan los primeros lugares.
Otra causa de separación es la económica, parejas donde él no trabaja, no quiere trabajar o es alérgico a cooperar económicamente con la pareja o la familia.
Otra causa frecuente es cuando cualquier miembro de la pareja es gastador compulsivo y contribuye a la ruina económica, la ludopatía (adictos a los juegos de azar) también está separando parejas.
Pero la causa más frecuente de separación es la utilización del poder como medio para controlar la vida y dirección de la pareja.
El sexo es un instrumento de poder, el dinero también, sin embargo, el uso per se del poder debilita poco a poco la relación y termina en sufrimiento crónico o rompimiento.
Cada vez con más frecuencia aparece la pareja o familia recompuesta, aquella que viene arrastrando la suma de separaciones previas con o sin hijos, parejas que le apuestan a usar la experiencia prueba como antídoto de una nueva separación o divorcio.
La única condición para la separación es vivir en pareja, las personas buscan encontrar una póliza de garantía que les asegure el amor eterno o por lo menos la unión hasta que la muerte los separe.
Nadie viene con garantía, es decir, hay parejas que nacen fracasadas, otras fracasan en las primeras semanas, otras a los años y algunas “cuidan al muerto”, así se les llama a las parejas fracasadas pero juntas.
Actualmente las parejas no se quieren comprometer, otras privilegian las mascotas por los hijos, y otras definitivamente no se quieren casar.