Por David Uriarte /
México vivió el día de ayer, una jornada de información marcada de arrebatos personales, señalamientos, infundios, agresiones, y propuestas de las y el candidato presidencial. El encono es marcado entre Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez, Jorge Álvarez Máynez, al conocer y saber de su destino político, se mostró ecuánime, tranquilo y propositivo.
El 19 de mayo será el tercero y último de los debates presidenciales, si el segundo estuvo lleno de confrontaciones entre Claudia y Xóchitl ¿Cómo estará el tercero? Esa pregunta tendrá su respuesta puntual dentro de veinte días.
Sinaloa también se integró al ejercicio democrático de los debates, en este caso, el debate entre candidatos y candidatas al senado, se presentó en un formato ajustado por el tiempo y la dinámica de las participaciones, sin embargo, dejó ver más que el rostro de las y los aspirantes, dejó entrever algunos resentimientos, esperanzas y la seguridad de tener para la cuota partidista un espacio en el senado.
El debate en Sinaloa estuvo marcado por expectativas por todos conocidos, analistas y simpatizantes de todos los partidos sabían por donde era el rumbo de preguntas y respuestas de cada uno de los partidos y sobre cada uno de los y las candidatas, sin embargo, como se dice en el argot popular “la sangre no llegó al río”, se mantuvo la cordura y no pasó a mayores.
Los partidos con porcentajes marginales de expectativas estadísticas como el PT, el Verde, y Movimiento Ciudadano, dieron la pelea a través de sus candidatos y la candidata, mientras las coaliciones más fuertes se mantuvieron firmes, pero al parecer dejaron sus municiones para después.
La seguridad en las propuestas la mantuvo “Chuy” Valdés del Verde, Estrada Ferreiro se mostró como siempre, autentico, frontal y en este caso un tanto escéptico del objetivo del debate al afirmar que era un circo; a la candidata de Movimiento Ciudadano le faltó tiempo para exponer de manera estructurada sus ideas, en el caso de Imelda Castro, mostró su experiencia parlamentaria y se mantuvo prudente ante las provocaciones evidentes relacionadas a su compañero de fórmula, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Sinaloa, ofreció un discurso institucional, nada que sorprendiera, pero con evidente seguridad de triunfo.
La hora de la verdad se acerca, los mejores deseos deben terminar en las urnas.