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Por David Uriarte /

Hacer afirmaciones llenas de emociones o sesgadas por intereses partidistas o por conservar un trabajo, es manera de caer en la imprecisión, quizá valida, pero finalmente imprecisa. Los números terminan siendo la evidencia en muchos casos, cuando se trata de elecciones más.

Las cifras presentadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y expuestas en la mañanera por el presidente López Obrador, en relación a los resultados del proceso electoral de hace un mes, revelan o demuestran una relación significativa entre pobreza y preferencia partidista electoral.

Por ejemplo, los resultados de las elecciones por entidad federativa relativos a la Presidencia, señalan en Guerrero, un triunfo aplastante de la doctora Sheinbaum, con un 71.7%. Al mismo tiempo, los datos del INEGI revelan la población en situación de pobreza por entidad federativa según su grado, en 2022, Guerrero contaba con dos millones ciento setenta y tres mil pobres, es la suma de habitantes clasificados en pobreza moderada y pobreza extrema.

Este mismo ejercicio se puede hacer en Tabasco donde el triunfo de la Dra. Sheinbaum fue de 80.5%, con una situación de pobreza de un millón ciento treinta y cinco mil habitantes.

En Oaxaca también hay una relación interesante, el triunfo de MORENA a la presidencia fue de 76.4%, con una situación de pobreza de dos millones cuatrocientos ochenta y tres mil habitantes, de un total de cuatro millones ciento treinta mil habitantes.

El contraste aparece en estados como Aguascalientes donde el porcentaje de votación para MORENA rumbo a la presidencia fue del 42.7%, con una situación de pobreza de trescientos cincuenta y dos mil habitantes de un total de un millón cuatrocientos cincuenta y dos mil habitantes.

Donde la proporción de pobres es más alta, según los datos del INEGI, el número de simpatizantes que votaron por el partido en el poder es más alto, y donde la pobreza es menor, también es menor la simpatía medida en votos para MORENA.

Lejos de juicios o emociones de cualquier tipo, estudiar el comportamiento estratégico de los operadores de MORENA, es interesante y debe ser una cátedra para la oposición.

Los números están en los portales de las instituciones, sólo es cuestión de entrar y analizarlos para cualquier fin, incluyendo el académico o estratégico-político.