Miciudad.mx / La prostitución está regulada por el municipio, el comercio en la vía pública también, ¿y la mendicidad? Esa situación donde la persona solo obtiene ingresos de las limosnas, donde encuentra una fuente o vía alterna de financiamiento a través de la dádiva samaritana.
La mendicidad tiene varias aristas: por un lado, la condición humana de extrema pobreza como tal, las afecciones mentales, las políticas públicas asistencialistas donde algunas personas han confundido ayuda con obligación gubernamental, la migración, los desplazados por la violencia, hasta los mercenarios de la mendicidad que utilizan y explotan a los verdaderos mendigos.
La oferta de la mendicidad en cruceros estratégicos de la ciudad de Culiacán solo evidencia dos cosas: que hay quien pide dinero, y hay quien da dinero. Además de la mendicidad como tal, el “viene-viene” en los estacionamientos comerciales o de la vía pública, las instituciones como Bomberos y Cruz Roja también hacen su eventual aparición en los cruceros de mayor tráfico, algunos discapacitados motrices, auditivos o visuales, más los múltiples vendedores de periódicos, flores, frutas, verduras, payasos, malabaristas, enfermos o familiares de enfermos de cáncer u otra enfermedad que suplican por unas monedas para completar tratamientos, estudiantes viajeros, y por supuesto el limpia vidrios que nunca falta, hacen del tráfico vehicular de Culiacán un verdadero caos, y de sus conductores unos víctimas de la agresión pasiva de la mendicidad.
Nadie o casi nadie quiere hablar en voz alta de estos temas, muchos hacen la crítica en corto, sufren emocionalmente todos los días al ver el desamparo de tantas personas cuya fuente de ingreso son los ocupantes de los vehículos que transitan por la ciudad y tendrán que detenerse en los semáforos donde se habla incluso de cobro de piso entre ellos. La regulación de muchas conductas sociales están contempladas en el reglamento del Bando de Policía y Gobierno, sin embargo, la mendicidad y el uso de los principales cruceros de la ciudad para obtener recursos económicos ya cobró las primeras víctimas mortales de este año. ¿Qué sigue?
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