Steven Spielberg hizo una película de geeks, para los geeks hecha por los geeks… ¡y lo hizo increíble!
Al introducir la premiere de Ready Player One en la Ciudad de México, Steven Spielberg nos dijo, en holograma, que Ready Player One no sólo era “una increíble historia de aventura, sino también una mirada a un futuro potencial que tal vez no está tan lejos de lo que imaginamos.”
Es divertida y nostálgica, brillante y frenética
Es una aptación del libro de Ernest Cline, Ready Player One es divertida y nostálgica, brillante y frenética, . Está llena de guiños de la cultura pop de los años 80, así que va a generar recuerdos y emociones, tanto de chavos, como de adultos.
Esta película, que ha dado tanto de qué hablar, es un comercial diseñado a dar TODO un espectáculo. Y de hacerlo de la manera más GRANDE y rápida posible. Dentro de los primeros 5 minutos, ya sabes TODO lo que tienes que saber sobre este nuevo mundo: es el año 2045 y todos (literal, todos) escapan su realidad adentrándose a un mundo virtual paralelo llamado OASIS. El objetivo de la historia y de los protagonistas es encontrar un Easter Egg en este mundo, un tesoro que dejó el dueño de OASIS, James Halliday (Mark Rylance) con el cual invita a sus jugadores a enfrentar retos y encontrar misterios en su juego. En teoría suena fácil: Resuelve 3 acertijos, consigue 3 llaves, encuentra el Easter Egg y ganarás el control total de OASIS, así como la fortuna de Halliday. Y como lo verás en la película, no es tan fácil como parece.
Las escenas de acción tienen su peso y sus consecuencias. Y está saturada de referencias de la cultura pop, algunas obvias (como el Gigante de Hierro), y otras no tan obvias. Y es verdaderamente divertido estarlas buscando y reconociendo. En manos de otro director, la película seguramente no sería tan maravillosa, pero Spielberg encuentra el balance perfecto. Sabe exactamente cuándo enfocarse en los personajes y sus relaciones, y cuándo en las escenas de nostalgia.