Por David Uriarte /

El rio de inmigrantes que atraviesa todos los días el territorio nacional, es muestra evidente de una sola cosa; la pobreza en su país de origen.

El hambre y las condiciones de pobreza son las motivaciones que impulsan la voluntad y el atrevimiento de emprender un viaje incierto, plagado de riesgos, todo con la esperanza de trabajar, ganar dinero, y ayudar a su familia.

Mano de obra si hay, voluntad de trabajo también, entonces ¿Qué falta en los países exportadores de pobres? La respuesta puede estar en un gobierno incapaz de promover una economía suficiente para sacar de la pobreza a su pueblo que prefiere tomar todos los riesgos, incluyendo perder la vida, antes que seguir en las condiciones de vulnerabilidad extrema.

Esperar que el dinero de los tributarios alcance para mantener un órgano burocrático robusto que incluye los tres poderes, promueve constantemente la búsqueda de tasas impositivas mayores como fuente de financiamiento gubernamental, los gobiernos tienen muchas opciones que se pueden reducir en dos; copiar las estrategias de los países pobres, o copiar las estrategias de los países ricos.

Si de muchos países migran a Estados Unidos, por algo será, ese algo se llama trabajo, dinero, y bienestar, eso es lo que busca cualquier mortal, los migrantes no quieren regalos, quieren oportunidades de trabajo, ganar dinero suficiente para sus necesidades básicas y algo más.

Construir pobres es fácil, sólo basta la ‘palmadita de la dádiva fácil’ que desalienta el emprendedurismo, en cambio, promover un espíritu de crecimiento personal y familiar basado en el propio esfuerzo, cambiar el pensamiento de esperar de los demás por esperar de ellos mismos, ayudarles a construir el paradigma de hacerse responsables de su propia vida, esa fórmula garantiza pasar de una condición a otra, probablemente no escalen de la noche a la mañana a la clasificación de ricos y millonarios, pero si pueden abandonar el cinturón de pobreza para darles a sus familias lo mínimo indispensable para conocer el bienestar.

Hacer pobres es como hacer enfermos, hay dos modelos de conductas que desembocan en la salud o la enfermedad, el modelo de salud implica dormir bien, hacer ejercicio, tener una alimentación balanceada, y tener un pensamiento positivo, el modelo de enfermedad es hacer cómodamente todo lo contrario. Son modelos de aprendizajes.