El sueño es un factor de salud muy importante, y es que no sólo sirve para recuperar energía, sino que diversos estudios científicos han comprobado que está relacionado con los sistemas fisiológicos más importantes del cuerpo.

“Afectar el sueño implica afectar prácticamente todo nuestro cuerpo”.

“Afectar el sueño implica afectar prácticamente todo nuestro cuerpo”, nos explica el doctor Emiliano Terán Bobadilla, investigador de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y autor del libro “El Ladrón del Sueño”.

Dr. Emiliano Terán Bobadilla, investigador de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UAS.

Es decir, no dormir bien puede afectar: tu sistema cardiovascular, lo que puede inducir a que sufras un paro cardíaco; el sistema inmunológico, que baja tus defensas y te hace más propenso a enfermedades; e incluso, se sabe que no dormir bien tiene consecuencias en el sistema reproductivo, señala el especialista.

Y es que no dormir bien, no se recupera al día siguiente con una siesta, de hecho, se ha comprobado que las consecuencias de un mal sueño continúan hasta casi un año después. Esto, porque el sueño está regido por dos procesos fundamentales durante la noche que son el sueño REM (Rapid Eye Movement en inglés, Movimiento Ocular Rápido), y el sueño NoREM (Movimiento No Rápido del Ojo), de modo que, si se perjudica cualquiera de estos dos, hay consecuencias en la forma en que nuestra mente por un lado asimila la información, pero también lleva a cabo otro proceso de nuestro cuerpo.

El cuerpo y la mente de los humanos ha evolucionado para seguir el curso del día y de la noche, a través de un ciclo, el “ciclo circadiano”. De modo que, nuestro cuerpo sabe que la noche es para dormir y descansar, y se sincroniza para hacerlo a través de las etapas del sueño REM y NoREM.

Ambas etapas cumplen funciones cognitivas importantes y ayudan a que el cuerpo entre en un estado de reparación y descanso.

Pero ¿qué pasa con la vida moderna y el ciclo circadiano?

La era moderna nos ha dado muchos beneficios y comodidades, pero también ha perjudicado mucho en nuestro sueño, pues alargamos el día de forma artificial y al alargar el día aumentamos la cantidad de luz que llega a nuestros ojos estimulando la glándula pituitaria, dice Terán Bobadilla.

Esto interrumpe el ciclo natural de nuestro organismo de forma abrupta, por ejemplo, muchas personas empiezan a relajarse a las 10 de la noche viendo una película o serie en la tele o algún otro dispositivo (tableta o celular).

Esta disrupción del ciclo circadiano, se ve aumentada si consideramos la luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos, pues esta luz azul es energéticamente mayor.

Cuando los ojos detectan esa luz azul, se alerta al cerebro que vincula la longitud de onda corta, de este tipo de luz con el día, de modo que, aunque el cuerpo sabe que es de noche los ojos reciben una luz que les dice que es día, produciendo confusión y la disrupción del ciclo de sueño.

¿Qué podemos hacer para evitar este problema?

La recomendación más práctica, que nos hace el doctor Terán, es que utilicemos las aplicaciones de descanso visual que están en nuestros teléfonos también en nuestras computadoras, e incluso en nuestros Smart TV, por un lado.

Por otro lado, el investigador también recomienda utilizar lentes con filtro para luz azul, que, aunque se pueden usar durante el día, son especialmente útiles durante la noche, especialmente después de las 9 ó 10 de la noche, de esta manera el cuerpo recibirá una menor cantidad de luz azul, de manera que afectemos lo menos posible nuestro ciclo de sueño.

Con información de Francisco Aragón y Victoria Sánchez