Por David Uriarte /
En este caso, la definición conceptual de rico se refiere a la persona cuya fortuna en inversiones supera los cien millones de pesos, más otro tanto distribuido en activos incluyendo bienes muebles e inmuebles.
La pregunta especifica se refiere a las elecciones del 2 de junio, lo que piensa un rico difiere de los pensamientos de la clase media y más de la clase baja y mucho más de lo que piensan los pobres.
Este rico entrevistado no representa el pensamiento de todos los ricos, sin embargo, revela una forma de pensar muy diferente al pensamiento común, este rico piensa que no hay problema a la vista en las próximas elecciones, gane quien gane las cosas no cambiarán mucho, gane quien gane, lo que buscan los partidos y sus candidatos se llama poder y esto incluye poder político y poder económico.
La ventaja de los ricos es la facilidad con la que mueven o distribuyen sus domicilios, igual tienen una casa en México, que en Estados Unidos o en cualquier parte de Europa, en Canadá, China o Japón, aunque su domicilio fiscal lo tengan en México.
Este rico también piensa en su influencia en las elecciones, sostiene que una cosa es la fortuna marcada con muchos ceros, y otra cosa es lo que vale en votos donde se reduce a un solo voto; por más dinero que tenga una persona o por más necesitado que se encuentre, en la urna sólo cabe un voto por persona.
La diferencia es la seducción de los partidos y sus candidatos, a quién seducen más fácil, ¿A los pobres o a los ricos? En una palabra, los pobres se inclinan más a votar por los candidatos cuya empatía es el imán de su atracción; mientras los menos pobres entran en un proceso de razonamiento, lógica y sentido común; y los ricos buscan mantener sus negocios, inversiones o fortunas sin importar ideologías, para ellos, cualquier partido o candidato es bueno mientras conserven sus privilegios.
Los ricos siempre están en la jugada política, desde su hermetismo social se mantienen en contacto con los dueños de las decisiones políticas que les pueden afectar, son generosos en aportaciones económicas tanto para unos como para otros, es decir, siempre están presentes escondidos en su silencio.
En la cúspide de la pirámide económica, los ricos mantienen una sola preocupación, no descender, saben de su vulnerabilidad, saben que su voto es uno, también saben que ellos son pocos y los otros son muchos.