MICIUDAD.MX / El brillo esperanzador de AMLO al cumplir sus 65 años este 13 de noviembre se opacó tras la tolvanera hecha por el abogado Jeffrey Lichtman en el inicio del juicio del siglo.

El abogado dijo en sus declaraciones, que su cliente habría sobornado con millones de dólares al expresidente Calderón y a presidente Peña Nieto. De inmediato los aludidos desmintieron tal afirmación, sin embargo, el alcance de esta declaración salpica a los panistas, y les pone de penitencia rezar por la dignidad de su partido; los priistas harán lo propio con sus discursos hechos para el 28 de diciembre.

Una de las lecturas de la noticia que pone a Sinaloa en la mira mundial al iniciarse el juicio del “Chapo”, es la coincidencia con el Segundo Informe de Gobierno de Quirino Ordaz Coppel. Otra lectura es la contradictoria afirmación de que las cosas mejoran, cuando la ola delincuencial y las estadísticas de los delitos de alto impacto apuntan en dirección contraria. Otra más, es la inconformidad social con el tema de los feminicidios, donde los números no coinciden con las buenas intenciones.

Sin embargo, la otra cara de la realidad tiene que ver con la población damnificada el 20 de septiembre, gente inconforme y gente agradecida. La efervescencia política producto del choque de dos épocas y dos estilos, construyen expectativas disímbolas: por un lado, los priistas que están más asustados que los pasajeros del avión que cayó al rio Hudson de Nueva York en 2009 y, por otro lado, los morenistas que todavía no se reponen del asombro al tener en sus manos la fantasía hecha realidad.

La historia registra a Sinaloa como una entidad marcada por la palabra “narcotráfico” desde la década de los 70’s del siglo pasado. Hoy se subraya en las notas internacionales el juicio del siglo donde Sinaloa vuelve a ser foco de atención.

Entre la incertidumbre de las inversiones y la economía en México, la alegría de los morenistas que piensan que están a punto de entrar a la tierra prometida, la inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior, los superasesores de AMLO y la devaluación de todo lo que huela a PRI, Quirino intenta posicionar su marca: PURO SINALOA.

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