Por David Uriarte /

Si la causa de los problemas fueron pequeños detalles, la solución es la misma; pequeños detalles.

Una de las acciones primordiales de cualquier gobernante es la escucha activa, es decir, meterse en el discurso y las motivaciones de quienes buscan ayuda, es lo que está haciendo Juan de Dios Gámez Mendívil al estrenarse como alcalde sustituto: escuchar las múltiples peticiones de los ciudadanos y grupos organizados que sólo buscan solución a sus problemas.

No es tarea fácil, tampoco imposible conciliar los diversos intereses entre el que gobierna y los gobernados, para empezar, al que gobierna le pagan los gobernados, por eso, hay que usar el sentido común cuando de políticas públicas se trata.

El clima laboral en el Ayuntamiento de Culiacán debe retomar su ritmo empático, los programas sociales del estado y la federación que se aterrizan en el municipio deben tener continuidad, las relaciones interinstitucionales deben potencializarse en búsqueda del beneficio social, las cosas se miden por resultados; lo demás es discurso.

La vida comercial del centro de la ciudad debe revivir, a partir de hoy, el dinamismo del mercado Garmendia es diferente, la apertura de la calle Hidalgo en su intersección con la avenida Rubí, le regresa el rostro a la vida comercial y su dinamismo.

El Ayuntamiento de Culiacán tiene servidores públicos capaces, con experiencia, conocedores de la problemática social, hacer equipo con ellos será el primer reto de Juan de Dios Gámez. El personal sindicalizado se las sabe de todas, todas, han visto desfilar muchos gobernantes por el municipio. El personal de confianza es eso, de confianza del gobernante en turno, aquí hay dos opciones: o se ganan la confianza del nuevo jefe con su trabajo, o serán sustituidos.

Largas serán las filas de ciudadanos solos o agrupados, que buscarán en el relevo la solución a sus problemas recientes o añejos. El acercamiento será la válvula de alivio de la presión social que siempre han tenido los gobernantes municipales; no hay dinero para todo, pero con la disposición al diálogo se pueden disuadir los estallidos de aquellos inconformes con lo que hace o deja de hacer el gobierno municipal.

Los primeros aplausos para el nuevo alcalde de Culiacán son producto de su disposición para buscar el ‘cómo sí’; su fortaleza deriva de la confianza y apoyo del gobernador Rocha.