Por David Uriarte /
Diez de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio. La promoción de la salud es lo mejor, si no se puede o no se hace, entonces la prevención es el siguiente peldaño cuando se busca conservar la vida con todas sus funciones.
Promover la salud mental tiene que ver con la higiene del pensamiento, tener conciencia o saber que no todo lo que se piensa es cierto, dejar de lado el deber ser introyectado, es decir, esas creencias que atormentan la vida por no cumplir con las necesidades o peticiones de otros, a veces, solo son supuestos de una mente cuyo desequilibrio entra en pánico buscando una salida de supuesta tranquilidad que anule el peso de la culpa.
El suicidio puede aparecer después de entrar al patio de la soledad, una condición adyacente al silencio verbal, el pensamiento suicida puede caminar por la ruta paralela a la verbalización, escondiéndose de la conciencia sociofamiliar. Autoexplorar el sentido de vida, es una forma de hacer una detección oportuna de las carencias reales o de las autoexigencias propias, las distorsiones cognitivas pueden convertirse en el detonante de la autoagresión extrema.
El que tiene dinero, llega a pensar que todos gozan de salud financiera, desconoce las estrecheces económicas o se le dificulta ser empático a las carencias ajenas, lo mismo ocurre con aquellos cuya salud mental se adapta sin problemas a la vida y sus circunstancias, piensan en la facilidad de sortear los obstáculos de la vida, resignifican conceptos, hechos, o vivencias, viven con una inercia dirigida a sus objetivos de vida.
Medir con la vara del pensamiento propio los pensamientos ajenos, es olvidar el concepto de singularidad, no existen dos personas iguales, la lógica y el sentido común son como las huellas digitales, únicas, labilidad emocional y racional, son resultado de experiencias únicas, aunque se salgan del recipiente de la lógica de los otros, es decir, el contenido del pensamiento suicida obedece a sus patrones de vida y expectativas propias.
Escuchar a los demás, promover la verbalización de sus pensamientos, es tarea indispensable por lo menos en el seno familiar, contrastar el sentido de vida particular con los propios o las generalizaciones, ayuda a establecer diferencias en el rumbo de quienes ven su vida obscura.
La promoción de la salud mental es tarea inacabable en la ruta de la vida.