Por David Uriarte /

Son muchas las expresiones comportamentales de la sociedad en esta contingencia sanitaria. En Culiacán, muchas personas son aferradas o tercas, insisten en convertir la cuarentena en vacaciones o espacio de socialización.

El resguardo domiciliario como tal, sólo lo acatan unos cuantos, muchos dicen tener “negocio” en la calle. El secretario del Ayuntamiento de Culiacán resume en una frase lo que pasa, -“la gente no hace caso”-. Othón Herrera y Cairo dice que la gente se conglomera en el centro de la Ciudad, hay mucho tráfico vehicular, y por eso se adoptó esta medida de cerrar el polígono comprendido entre Alvaro Obregón, Boulevard Francisco I Madero, Vicente Riva Palacio y Paseo Niños Héroes.

Una cosa es el enfado natural de aquellos cuyo estilo de vida siempre es agitado. Otra cosa es la anemia económica de muchos; otra la expresión violenta del enfado: violencia física, maltrato infantil, violencia psicológica; otros son víctimas de fraudes telefónicos, otros víctimas del robo o la rapiña; otros con pánico al contagio, otros con enfermedad respiratoria aguda que no es COVID-19… pero, aún así, están temblando de miedo.

Otros se hicieron la prueba y salieron positivos pero con pocos síntomas, otros ya están hospitalizados esperando que la gravedad no cambie de categoría a “muy grave”; y otros desafortunadamente ya se murieron. Unos se murieron por tercos, y otros retan a la muerte por lo mismo: por tercos.

Por esa terquedad, el gobierno municipal tuvo que tomar una medida restrictiva a la circulación vehicular, ¿qué sigue? Que se apliquen multas, que se remitan al tribunal de barandilla, que se les arrodillen en tono de súplica diciéndoles por enésima ocasión “quédate en casa”.

Las personas con un patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, con incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales; con desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás, y ausencia de remordimiento, tienen algo que se llama “trastorno de la personalidad antisocial” según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. ¿Tercos o enfermos?