Por David Uriarte /
Los experimentos en animales son sumamente cuestionados en el mundo, experimentar en humanos; es inhumano.
Mientras no se separe lo técnico de lo político, la política hará atrocidades, la biología no sabe de decretos, la ciencia sólo demuestra, no juzga, someter a la voluntad política las prácticas bioéticas, es retroceso.
El nuevo régimen político en México es la esperanza de millones de mexicanos, los más pobres creen en las promesas, aunque éstas sean imposibles de cumplir; la economía sigue esperando su mejor momento; el sistema de salud en México aspira como dijo el Presidente, ser de primer mundo, los enfermos siguen esperando el cumplimiento de la promesa, otros ya se murieron en la espera.
La pandemia puso al descubierto la diferencia entre decir y hacer; la diferencia entre lo que funciona y lo que no funciona. La Secretaría de Salud Federal implementó un esquema operativo militarizado en la aplicación del esquema de vacunación, otra vez lo técnico se subordinó a lo político y ahí están los resultados.
Es mejor tarde que nunca, poco a poco y después de miles de muertos, en el proceso de ensayo-error, en una curva de aprendizaje innecesaria –pues ya existía experiencia en la aplicación de los biológicos desde los tiempos del Dr. Jesús Kumate Rodríguez, cuando se universalizo el sistema de vacunación– la Secretaría de Salud instrumento estrategias funcionales cuya medición revelaban un esquema que rondaba el 99% de cobertura.
¡Por fin! La federación entendió el diseño operativo, práctico y seguro para garantizar la mayor cobertura en el esquema da vacunación, hoy anuncio el secretario de Salud en Sinaloa, el maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, la participación de las jurisdicciones sanitarias en el Estado, son estas demarcaciones territoriales fragmentadas en “Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB)” conocidas por el personal de salud, específicamente el área de epidemiología.
Cuén Ojeda, anunció la llegada de 63 mil vacunas más a Sinaloa, mismas que se repartirán a cada una de las seis jurisdicciones sanitarias, si la Secretaría de Salud como cabeza del sector, coordina al IMSS, al ISSSTE, y a todas las instituciones del ramo –como siempre se había hecho– los resultados serán estadísticamente diferentes.
La salud no debe ser instrumento de dividendos políticos.