Por David Uriarte /
A veces no existe el plan B porque la ciudad no está diseñada para soportar obstrucciones repentinas en las principales arterias viales, obstruir de manera total la avenida Álvaro Obregón, o el par vial de la Aquiles Serdán, enloquecen el tráfico a los conductores.
Hoy por la mañana un accidente tipo choque en la intersección de las calles Miguel Hidalgo y Aquiles Serdán, produjo la caída de cuatro postes de la CFE, los cuatro postes derribados no sólo obstruyen el paso peatonal y vehicular, por seguridad, personal de la CFE desactivó el fluido eléctrico dejando sin suministro gran parte de la zona oriente del primer cuadro de la ciudad.
El corte del fluido afectó la zona comercial y habitacional desde la Aquiles Serdán hasta la avenida Álvaro Obregón, largas filas, desespero de automovilistas, en una palabra: ‘caos’ vial en el primer cuadro de la ciudad.
Personal de la CFE, Policía Municipal, agentes de Vialidad y Tránsito, bomberos de la ciudad, personal de Protección Civil municipal, y personal de la empresa de cable e internet, están trabajando para restituir los daños.
Es evidente que de los más de cien mil vehículos “chocolate” regularizados en el estado, gran parte de ellos están en Culiacán. El parque vehicular en la ciudad según fuentes oficiales está cerca de los quinientos mil vehículos, prácticamente un vehículo por cada dos habitantes y las calles y sus estrecheces siguen siendo las mismas de hace cien años.
No es idea desfasada pensar en segundos pisos como vías de acceso e interconexión entre las manchas urbanas habitacionales y los centros de trabajo de miles de personas en Culiacán.
Seguramente la obra emblemática del gobierno estatal será el circuito o periférico de la ciudad, una obra que desahogue el estrangulamiento vial y permitirá fluidez vial; esta estrategia mejorará la movilidad, evitará que el flujo vehicular de las carreteras de cuota y de peaje inunden la ciudad.
Esta obra podría iniciar el año 2025 si los recursos que tocan a la federación finalmente se asignan y estaría lista para el 2026 si todo sale como lo planeado.
Mientras tanto, el plan B no existe y la ciudadanía paga el precio del desespero cuando suceden accidentes que por su dimensión estrangulan la vialidad de las principales arterias de la ciudad.
Hoy al medio día las cosas se pondrán tensas si los trabajadores de la CFE no logran rehabilitar la zona obstruida… Este es el precio de un crecimiento donde la planeación nos queda a deber.