El novelista peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, falleció este domingo en Lima a los 89 años, informó su hijo Álvaro Vargas Llosa.
El escritor había nacido en Arequipa el 28 de marzo de 1936 y se convirtió en una figura central de la literatura contemporánea en español.
Autor de obras esenciales como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral y La fiesta del Chivo, Vargas Llosa dejó una profunda huella en la narrativa hispanoamericana, combinando su talento como novelista, ensayista y polemista con una mirada crítica sobre el poder, la violencia y la libertad individual.
En octubre de 2023 publicó su última novela, Le dedico mi silencio, cuyo colofón marcó su despedida de la ficción. Su primer libro, Los jefes (1959), fue el inicio de una carrera literaria ininterrumpida de más de seis décadas.
Vargas Llosa fue protagonista del llamado boom latinoamericano, movimiento que internacionalizó la literatura de la región. Su consagración llegó en 1963 con La ciudad y los perros, ganadora del Premio Biblioteca Breve, basada en su experiencia juvenil en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima.
El Nobel le fue otorgado a los 74 años, cuando era profesor visitante en Princeton. La Academia Sueca justificó el reconocimiento “por su cartografía de las estructuras del poder y sus afiladas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
Aunque su orientación política conservadora fue motivo de controversia y se consideró un factor en la demora del Nobel, su obra siempre mantuvo una intensidad narrativa y una vocación crítica que lo colocaron entre los grandes intelectuales del siglo XX y XXI.
La fiesta del Chivo (2000), inspirada en la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, es considerada su gran novela política tardía, en diálogo con las de otros autores del continente como Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias y Augusto Roa Bastos, quienes también exploraron los regímenes autoritarios en América Latina.
Vargas Llosa fue uno de los últimos escritores que encarnó la figura del intelectual público global, previo a la era de las redes sociales. Su legado queda inscrito en la historia de las letras universales como un defensor de la literatura como forma de pensamiento y resistencia.