Por David Uriarte /

El presidente Trump es un artista, y como tal, encarna personajes que asustan a muchos, parecido a los mismos que asustan a los niños.

Esto no quiere decir que su letalidad sea inocua, eso lo veremos en los distintos países donde la guerra y las tensiones políticas y comerciales están en proceso.

La paradoja de los países pobres y sus líderes políticos, tanto que reniegan del capitalismo y no aguantan la resolana de la pobreza, por eso buscan la sombra del capitalismo, que de paso oxigena la economía local con las remesas que son la segunda fuente de ingreso.

Aceptar que miles de mexicanos emigran cada año a los Estados Unidos desde hace muchas décadas y generaciones, es aceptar la pobreza intrínseca que vive el país, falta de empleos y falta de buena remuneración en los casos de aquellos que logran un espacio en la vida laboral y productiva.

Los mexicanos deportados tienen una esperanza objetiva en el actual régimen político: los programas sociales.

El gobierno del segundo piso de la cuarta transformación, corre el riesgo de que se agriete el piso con el peso económico de los mexicanos deportados, más los miles, tal vez millones de deportados de otros países.

Los mexicanos se fueron huyendo de la pobreza, solo un acto de magia haría que regresaran a un país lleno de oportunidades y dinero para ellos y sus familias.

El único acto de magia que les puede resolver la vida al momento de la deportación, son las becas y los apoyos del gobierno, aunque se enfrentarán a un servicio de salud precario, una crisis de inseguridad, y una economía igual o peor a la que dejaron o los hizo huir a Estados Unidos hace años o décadas.

Mucho ruido y muchas nueces del presidente Trump, sin embargo, con ese ruido tiene para que se espanten muchos gobiernos y muchos regímenes políticos que odian lo que necesitan: el dinero.

La política mexicana y su credibilidad, se pondrán a prueba a partir de ya, a partir de la llegada del presidente Trump… él no se anda por las ramas ni es lo suyo los protocolos diplomáticos, los regímenes capitalistas son prácticos, siempre van por resultados, sobre todo cuando se trata de dinero.

Para muestra un botón: cuando Trump desde su campaña habló claramente del ‘nearshoring’, estrategia comercial que consiste en trasladar parte de las operaciones de una empresa a un país cercano, en este sentido China y México están en la mira.