Por David Uriarte /
La pregunta que muchos se hacen ¿En qué se parece MORENA al PRI? La respuesta depende de los afectos de quien conteste, aunque debiera ser producto del análisis y la evidencia.
Uno de los parecidos es su avasallamiento político, es decir, no agarra más porque ya no le cabe, en estos momentos y pese a cualquier crítica, MORENA como partido político es el dueño del balón y él decide con quien lo comparte o a quien invita a jugar.
El siglo XX fue el siglo del PRI, y es probable que el siglo XXI sea el siglo de MORENA, todo depende de las condiciones económicas y sociales, o más claro, todo depende del nivel de ingreso de los mexicanos, y el nivel de seguridad que prevalezca.
En la variable económica tendrán que innovarse las estrategias; la devaluación y la expulsión de mano de obra al extranjero -especialmente a Estados Unidos-, es la evidencia del alcance de los programas sociales o del bienestar. Al bolsillo y estómago de muchas familias mexicanas no les alcanza la ayuda que reciben y optan por otras opciones, el ingreso en dólares y a veces dolorosamente la delincuencia como forma de subsistencia, nadie delinque gratis.
En la variable social, la seguridad es la cobija que garantiza la paz y la tranquilidad, cuando la cobija esta raída, el frío del miedo a perder la vida, la integridad o los bienes, se convierte en insomnio que debilita cualquier esperanza; éste es el cáncer difícil de erradicar para cualquier gobierno.
La permanencia de MORENA en el poder depende principalmente de estas dos columnas: economía y seguridad pública.
El discurso de la corrupción se está agotando por razones obvias, a cuatro años de distancia, buscar culpables en el pasado se puede convertir en un búmeran, en otras palabras, parte del pasado ya es de MORENA.
Como en los deportes, los aficionados siempre están divididos con el riesgo de convertir la afición en fanatismo, los indicios de un rumbo socialista o comunista prenden focos rojos en la clase empresarial, para la clase trabajadora, el paraíso está por venir.
No se puede generalizar, siempre habrá empresarios con tintes socialistas y trabajadores con pensamientos capitalistas; la aplanadora de MORENA está recordando al modelo de gobierno del PRI en sus buenos tiempos, llegó a ser de tal magnitud su certidumbre de triunfo, que muchas personas decían “para que voto, si de todas maneras gana el PRI”.