Por David Uriarte /   

En sus marcas, listos, ¡fuera! Estas son las palabras que escuchan los atletas en su preparación para salir disparados en búsqueda de su triunfo.

Desde hace meses las corcholatas estaban es sus marcas… A partir del domingo pasado están listas, sólo esperan los resultados de la encuesta para escuchar la detonación de ¡fuera!

Seis actores políticos según las reglas establecidas por ellos mismos, están en la contienda por la Coordinación de Comités de Defensa de la 4T, después se cambiará el nombre por precandidato, y finalmente candidato de MORENA a la Presidencia de la República.

Mientras el gobernador de Sonora, Francisco Alfonso Durazo Montaño retoza en el encuentro con viejos amigos en la Ciudad de México, se filtran imágenes donde supuestamente es confrontado por Claudia Sheinbaum Pardo en tono poco amable.

Yeidckol Polevnsky, fundadora y exsecretaria general de MORENA, es dejada fuera de los seis espacios de las “corcholatas”, así lo declaró Mario Delgado, esto ha puesto en pie de lucha a Polevnsky quien con los estatutos en mano reclama su derecho a participar.

Mientras se dirimen los problemas internos del partido en el poder, afuera, en el México real, las protestas sociales elevan la temperatura de la inconformidad, marchas, protestas, bloqueos, extorsiones a los migrantes, y el promedio de homicidios dolosos que no cede a la baja, mantienen la imagen de dos territorios distintos: uno el de la mañanera y otro el del atardecer, sí, el atardecer de la esperanza de muchos mexicanos que siguen esperando que les cumplan lo que les prometieron.

Se necesita estar convencido que lo negro es blanco para poder dormir tranquilo cuando se tiene la responsabilidad de gobernar un país o un estado convulsionado o bañado por la realidad medible, con hechos o sucesos cuya medición no ofrece resistencia.

En el caso de Sinaloa ¿Qué sigue? Que los productores de maíz tomen la central de autobuses o el mercado de abastos, o que le cierren a la llave de paso del agua potable, o que bajen el interruptor de la energía eléctrica, o bloqueen la entrada a los hospitales, o tomen las oficinas de la Presidencia Municipal.

Si a la inconformidad de los agricultores se suma con la inconformidad de la UAS y salen los estudiantes y trabajadores a la calle, entonces la temperatura puede aumentar al grado del incendio y la gobernabilidad se puede perder.