Por David Uriarte /
Lo que pasa en México afecta a los Estados Unidos y viceversa, países vecinos no pueden ser ajenos a la dinámica política y social de ambos, las elecciones en México fueron vistas muy de cerca por los vecinos estadounidenses, lo mismo está ocurriendo con el proceso electoral de los vecinos del norte.
A los mexicanos poco les interesa si es demócrata o republicano quien llega a la silla presidencial; tampoco si es Biden o Trump… lo que realmente les interesa tanto al gobierno como a los mexicanos, es el trato que recibirán los connacionales radicados en USA, el trato que se le dará al tratado de libre comercio, la reacción que tendrá la nueva administración con el nearshoring, estrategia con la que una empresa busca mover parte de su producción para estar más cerca de su destino final.
Son muchos los temas relacionados con la vecindad de México y uno de los países más influyentes del mundo tanto en materia económica como bélica. A Estados Unidos le interesa la buena relación con México por las mismas razones más una: el fenómeno de la migración.
Entre Canadá y México está Estados Unidos, la migración por Canadá es mínima, prácticamente nula, se puede decir que él por lo menos nueve de cada diez migrantes entran por la frontera entre México y Estados Unidos, por lo tanto, México es el corredor más importante en el tema de la migración de todo el mundo rumbo a USA.
Por eso, la llegada de Trump si fuere el caso, será una carga cuesta arriba para la migración, especialmente para el gobierno mexicano, de antemano ya anunció Trump y los activistas de su partido, que se retomará el tema del muro fronterizo y se endurecerán las medidas antiinmigrantes.
La llegada o postulación de James David Vance como vicepresidente en el supuesto de que gane Trump, es una amenaza directa al tema de la migración, todo por la historia personal que arrastra el joven político de 39 años.
Vance odia el tema del narcotráfico y a los narcotraficantes por las secuelas de su madre como víctima de las adicciones, cuando la persona lleva en la sangre el odio por cualquier causa, su conducta es predecible, si de por sí, el radicalismo de Trump ya se conoce en el tema del muro fronterizo y sus consecuencias, la sinergia de su vicepresidente pondrá más tensa la relación México-USA.
No importa quién sea el próximo Presidente de USA, lo que importa son las relaciones.