Por David Uriarte /
En 1980, Martín Mendoza incursionó en la Radio, “En Resumen, las noticias cada hora en la hora”, en las radiodifusoras XESA y XECQ ubicadas en el tercer piso del edificio ubicado en la esquina suroriente de la avenida Álvaro Obregón y la calle Mariano Escobedo, a un costado de las instalaciones de Ayuntamiento de Culiacán.
Los locutores estrellas en esa época eran Ramón Robledo López, Olegario Contreras, José Rodolfo Guerrero Godoy, Juan José Galindo, -y los famosos descanseros y suplentes entre ellos- Manuel Castaños y Víctor Coronel; Francisco Bulnes Zatarain era el gerente.
Martín Mendoza tenía ya un prestigio y un reconocimiento en las altas esferas de la política, su residencia temporal era en la ciudad de Culiacán de lunes a viernes y el fin de semana se regresaba a la ciudad de Los Mochis.
Además de su trabajo periodístico, Martín grababa por las tardes todas las “cápsulas informativas” del día siguiente. Los viernes, antes de regresar a Los Mochis, grababa las noticias del sábado, domingo y lunes por la mañana.
Martín Mendoza recibía un trato preferencial en la radio, por eso, el decidía a qué hora grabar las notas informativas cuyo espacio no superaba los cinco minutos incluyendo las cortinillas de entra y salida.
En el mes de septiembre, lluvioso por definición, caía una lluvia pertinaz en Culiacán y el servicio meteorológico de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), anunciaba que las lluvias estarían presentes todo el fin de semana, por eso, Martín aprovechó para grabar ese viernes por la tarde y hacer una afirmación temeraria para el sábado y el domingo: “sigue lloviendo en Culiacán”. Pero, al parecer desde ese tiempo, los pronósticos de los meteorólogos fallan o son poco precisos, y por arte de magia, al día siguiente caían los rayos solares más inclementes que pudo soportar Culiacán, sin embargo, en la radio seguían las cápsulas informativas de Martín Mendoza diciendo: “sigue lloviendo en Culiacán”. El lunes, entre broma y regaño, el gerente llama a Martín y le dice: ¡Cómo que sigue lloviendo en Culiacán, y el fin de semana un solazo en Culiacán!