En una síntesis que se hizo sobre el impacto de las adversidades climáticas, económicas y de personal con relación a la mariposa cuatro espejos en el mariposario de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la especie en peligro de extinción logró cerrar su ciclo de reproducción exitosamente pese a estos contratiempos, expuso el investigador, Gilberto Márquez Salazar.
El responsable de este proyecto compartió que a pesar de las limitantes climáticas y las dificultades impuestas por la pandemia de COVID-19, se lograron los tres ciclos de vida naturales en la temporada 2020.
“Estamos cerrando el ciclo 2020 de la crianza de la palomilla cuatro espejos en el mariposario de la Facultad de Biología de manera exitosa (…) este año realizamos tres ciclos de crianza en la unidad de reproducción que tenemos en la Facultad, produciendo aproximadamente 330 capullos, como promedio 110 de cada una de las tres etapas de reproducción”, señaló.
Sin embargo, pese a que las lluvias fueron escasas este año en Sinaloa, por fortuna se aprovechó el agua del sistema hídrico de Ciudad Universitaria para mantener el riego de las plantas de sangregado, hospedera y alimento principal de las orugas de la palomilla cuatro espejos.
Otro factor que contribuyó al buen manejo de los estadios, explicó el investigador, fue a que las luminarias que se encuentran cerca al mariposario permanecieron apagadas, lo que evitó que la polilla fuera atraída por la luz que emiten y ovopositara en otro lugar que no corresponde al de manera natural como lo son los tallos y hojas del sangregado.
Márquez Salazar destacó que una parte que hizo falta en este ciclo de reproducción fue la repoblación que hacen año con año al liberar la oruga en aquellas áreas naturales donde la población de la especie se ha extinguido o es baja, lo cual se debió a la disminución que se tuvo en cuanto a precipitaciones, lo que ocasiona que no haya forraje que mantenga a la larva que se libere y con ello se ocasionaría una gran mortandad.
Sin embargo, los 330 capullos enhebrados por las larvas en esta temporada están listos para recibir las lluvias del 2021 y comenzar un nuevo ciclo, finalizó el investigador.