Por David Uriarte /
Si eres ateo no intentes entender la biblia. El conocimiento empírico no alcanza a entender al conocimiento filosófico, así como el conocimiento teológico aún con su apologética no alcanza la comprensión científica de su dogma.
Los pilotos de grandes aeronaves siempre traen de compañía a un ingeniero de vuelo, este a su vez, está atento a los controles y al manual de vuelo.
Los manuales son la guía paso a paso de los procesos necesarios para lograr un objetivo específico.
Para entender el contenido y alcance del discurso del presidente Andrés Manuel, se necesita en primer término tener una empatía cognitiva, esto significa intentar pensar como él y sus ideales.
No se puede entender la “locura” de Diana Nyad en 2013, quien a sus 64 años de edad se convirtió en la primera persona que nadó los 177 kilómetros que hay de Cuba a Florida.
Tampoco se pueden entender tantas actitudes y prácticas diferentes a lo esperado en una sociedad determinada.
En el caso de AMLO, el proceso de su pensamiento es diferente al pensamiento de miles y millones de mexicanos acostumbrados a la indefensión aprendida…
Que según la teoría del psicólogo estadounidense Martin Seligman, cuando la persona se acostumbra a tener un pensamiento determinado, sufre y se frustra mientras entiende el nuevo modelo de pensamiento; así les está pasando a miles de políticos que no alcanzan a entender la lógica de AMLO.
Es importante aclarar que una cosa es que AMLO piense diferente a muchos políticos, y otra cosa, es que tenga un pensamiento metodológicamente correcto o políticamente funcional.
Mientras tanto, la evidencia es que piensa fuera de la CAJA. “Pensar fuera de la caja” significa pensar diferente, de manera no convencional, tener pensamiento novedoso o creativo.
El primer capítulo del manual para entender a AMLO, se refiere a las expectativas de quien lo escucha: “escúchalo sin expectativas”, es decir, “disponte a la novedad”.
El segundo capítulo del manual advierte: “no pretendas convencerlo con argumentos que convencen a otros; él es diferente”.
El tercer capítulo: “es humano, y como tal, también se equivoca; no esperes milagros”.