Por David Uriarte /

La inmadurez es tóxica, un político inmaduro incurre en muchas faltas igual que un político viejo o desfasado, la madurez política se refiere a la combinación de la vocación con las habilidades, hay políticos maduros a pesar de su corta edad biológica, hay políticos inmaduros a pesar de sus más de sesenta o setenta años de edad biológica.

Un político maduro entiende la diferencia entre filiación partidista y capacidad técnica, antes del cambio de régimen, muchos de los que hoy encabezan gobiernos municipales o estatales, trabajaron por veinte, treinta o más años en los gobiernos del PRI, o del PAN, un ejemplo claro es el hoy gobernador de Sinaloa, el Doctor Rubén Rocha Moya.

El Doctor Rocha fue colaborador de los gobernadores priistas Jesús Aguilar Padilla, y Quirino Ordaz Coppel, ocupó un lugar privilegiado, estuvo en las entrañas del poder y las negociaciones, en el terreno federal también se desempeñó en puestos relevantes, acumuló experiencia, relaciones y amigos del más alto nivel en el medio de la política gubernamental y partidista.

Llegado su tiempo y con la sangre roja que siempre ha traído ideológicamente hablando, la coyuntura política se prestó y arribó al senado donde presidió la comisión de educación, cultivó más relaciones para preparar el terreno de la contienda electoral que lo llevaría a la gubernatura de Sinaloa.

La madurez política del Doctor Rocha lo hizo encajar bien en los gobiernos priistas simple y sencillamente porque se dedicó a cumplir con su tarea, nunca le dijeron que se hiciera priista, sólo que cumpliera con su tarea.

Hasta donde se sabe, el mismo criterio está aplicando a sus colaboradores cuyo origen político es el PAN o el PRI, el Gobernador no les pide que renuncien o claudiquen a su ideología política, sólo que cumplan con la tarea administrativa para la que fueron contratados.

Al Gobernador lo han querido subir al cuadrilátero para intercambiar golpes con la UAS, cosa que no ha sucedido y no sucederá, lo han querido enfrentar o confrontar con los sindicatos de maestros especialmente con los de la Sección 53, y lo que ha pasado es que ha fortalecido su relación con ellos.

De alguna manera se han conjugado la madurez política con el reposo prudente del tiempo y la experiencia en los gobiernos estatal y federal donde aprendió el arte de la negociación, cuyas primeras lecciones las tomó siendo rector de la UAS.