Por David Uriarte /
Para la Real Academia Española, maiceado significa saludable, robusto o bien alimentado. En la política, el término maiceado se aplica a las personas que cambian su rumbo, ideología, pensamiento, actitud, o práctica, debido a las prerrogativas o favores obtenidos por aquel o aquellos que son, o piensan, políticamente distinto a él.
Para ganar se necesita la fortaleza de los grupos, o en su defecto, el debilitamiento de los otros, la habilidad política de los líderes se manifiesta en el manejo exitoso para romper con los intereses ajenos, especialmente los de ideologías diferentes.
Lograr que transiten sin conflicto o sobresaltos los deseos del ejecutivo, del legislativo, y del judicial, es obra o producto de la maestría en el manejo de crisis de los encargados de sacar adelante la voluntad política del gobierno en turno.
En Sinaloa hay gobernabilidad, sin embargo, también hay una subyacente tensión producto de la misma calma, es decir, el precio de las victorias pírricas acumula un saldo poco favorable para el destino político del partido en el poder.
Al revisar la trayectoria política de muchos actores influyentes de MORENA, se encuentran vestigios de dos grupos: la izquierda por convicción, y la izquierda por conveniencia.
Los morenistas de izquierda por convicción están en su elemento; los morenistas de izquierda por conveniencia están en su momento, momento de asegurar un ingreso en las filas en el Gobierno, en el Congreso, y en las finanzas personales.
No es novedad que hasta los más recalcitrantes ideólogos son levantados de su marasmo fundamentalista para incorporarse a la ideología de los triunfadores, a la ideología del poder.
Tampoco es novedad ver documentos firmados por miembros distinguidos de los partidos de oposición, documentos que forman parte de las estrategias del control político del partido en el poder.
Él o los maiceados anteponen el interés particular al de su partido, son más atractivas las prerrogativas que la plataforma ideológica o los principios de su partido de oposición, esto lo saben los líderes del partido en el poder y se regocijan al saber que mantenerlos bien maiceados es la base de la lealtad, y la pomada que afloja cualquier mano para firmar cualquier documento o cambiarse de camiseta partidista.
La condición humana es muy parecida, la ideología partidista siempre estará supeditada a las condiciones del mercado.