Por David Uriarte /

 

Hay muchas cosas políticas en tránsito, muchas serán novedad en materia informativa, otras serán el resultado de lo esperado, y otras, una sorpresa.

Desde Carlos Romero Deschamps, líder sindical de PEMEX, que por cierto puede ser que no le pase nada, hasta el ex líder sindical del STASE, que por cierto puede ser que no le pase nada.

En el recorrido del presidente estatal del PRI en Sinaloa, es evidente dos cosas; el rescate de la unidad partidista, y resucitar la presencia social. Hoy estará rematando a las cinco de la tarde en la colonia 4 de marzo con motivo de su 29 aniversario, parte de las actividades del 90 aniversario del PRI. Se espera que Jesús Valdés sorprenda con un discurso fresco, comprometido, pero, sobre todo, acorde a la nueva realidad política que vive México en general y Sinaloa en particular.

Lo propio está haciendo el PAN con los pocos alfiles que le quedan, están buscando juntar los pedazos de liderazgo, unirlos y darle cuerpo a un partido venido a la baja.

El partido local, el PAS, está trabajando en la búsqueda de rescatar a sus traicioneros, a tantos beneficiados con sus programas y servicios que al final le dieron la espalda y votaron por quien ya saben. El día de ayer, Héctor Melesio Cuén sostuvo reuniones de trabajo en Mazatlán y por la tarde viajo a la ciudad de México, sus visitas al Senado de la República reflejan obras políticas en proceso de construcción, o añoranza por un escaño que no alcanzó.

Para los informados de lo que ocurre cuando AMLO visita los estados, les queda claro el juego milimétrico de la puntuación, es decir, el presidente juega a las “luchitas” al convocar siempre a una reunión multitudinaria, cuando ve que los ánimos se desbordan en la rechifla o abucheo al mandatario estatal, entonces entra al rescate, ratifica su liderazgo y control sobre las masas enardecidas, y lo más importante, pide respeto y apoyo para el gobernante estatal, así o más clara la estrategia política del AMLO.

Trabajar con dos gobernadores como jefe de asesores, es conocer las entrañas del poder ejecutivo y sus conexiones con los otros dos poderes, por eso, el gobernador Quirino está atento a la señal que le haga el ampáyer principal.