Por David Uriarte /

A poco más de cuatro meses del día de las elecciones, la realidad política asoma la cabeza, muestra los rostros de quienes serán contendientes en el proceso electoral tan esperado.

Alegría, frustraciones, sorpresas, discordias, y una serie de emociones, algunas encontradas, conforman la respuesta partidista y social al conocer los nombres de los aspirantes a contender por puestos de gobierno y de representación.

En México hay sorpresas, Sinaloa no es la excepción, que las fuerzas políticas se acomoden y se enfrenten no es novedad, la novedad es que lo hagan en medio de conflictos cuya cronicidad contamina el proceso electoral y marca tendencias de repudio o de solidaridad, dependiendo si se habla del partido en el poder o de la coalición opositora.

En Sinaloa de alguna manera, los conflictos que enfrentan la UAS, la UAdeO, los productores agrícolas, el personal de contrato del sector salud que busca su basificación, las madres con hijos desaparecidos, las viudas de policías, los trabajadores inconformes de la fiscalía, los que reclaman espacios de vivienda, y una serie de grupos inconformes, más la ola de violencia que se mantiene como una constante, el evento de la destrucción de las cámaras de videovigilancia, y la moda de tirar ponchallantas para neutralizar la eficacia de la fuerza policíaca, le ponen un toque especial al proceso electoral que se avecina.

La preocupación del partido en el poder es legítima y se basa en la conformación de las listas de cada uno de los partidos de la coalición, pero están poniendo especial atención en el Partido Sinaloense, por un lado, la colocación de su líder en los primeros lugares de la lista plurinominal para ocupar un espacio en el congreso federal, y por otra parte la asignación de municipios y distritos para el PAS.

El PRI, el PAN y el PRD, también están nominando a sus mejores cuadros, esto también ha generado inconformidades y sorpresas, una de ellas es la marginación del exgobernador Mario López Valdez, aunque todavía podría encontrar acomodo por algún lugar, sus aspiraciones de momento están obstruidas.

Caso interesante son los municipios de Mazatlán, Culiacán y Ahome, son espacios que representan las dos terceras partes de las votaciones, por eso, están poniendo mucha atención porque esto marcará la tendencia rumbo a las elecciones para la próxima gubernatura en el 2027.