Por David Uriarte /
No se necesita mucho para entender la naturaleza humana, esa naturaleza instintiva que con poco deja ver mucho. Los liderazgos con carácter son una cosa y las tropelías sustentadas en el cargo otra, es decir, mientras caminan por la calle empedrada con paso de necesitado se portan simpáticos, pero al subirse a la banqueta pavimentada hasta el paso les cambia, y el carácter ni se diga.
Pensar que las siglas los hacen diferentes es creer que los títulos se enferman… Una cosa son los créditos o reconocimientos, y otra cosa es la calidad humana, las personas de manera indistinta poseen facultades y potencialidades psicoemocionales, la manera de pensar puede ser igual o parecida, lo que establece la identidad son las acciones o la conducta.
Los líderes de las bancadas de la 64 Legislatura en Sinaloa, están marcando su raya con la sociedad que los eligió y con los medios que difunden su trabajo y desempeño, incluso hay quien no quiere dar entrevistas, siente que el piso no lo merece, y le gusta que le aplaudan cada que termina su homilía.
Otro líder de bancada no pierde tiempo ni momento para citar la frase de su padre político, alguien dijera “como pa’ qué”, pero en fin son formas de agradecer y evidenciar el regalo.
Los protagonistas buscan notoriedad, aceptación y reconocimiento entre sus pares, más cuando tienen una representación que los sobrevalua en el renglón del poder político, si en las primeras dos sesiones ya se ve ‘la punta del iceberg’, imaginemos las toneladas de algo que habrá debajo de lo obvio y evidente.
De alguna manera tienen razón, entre más rápido muestren su sed de poder y su hambre de dominio, más rápido tejen la red con la que serán cercados por sus adversarios, será entonces cuando empiece el aprendizaje y los rencores se transformen en trabajo para la sociedad que los contrató.
Esta punta del iceberg representa un riesgo para el barco del Gobernador Electo, flaco favor le hace el líder del Congreso al Ejecutivo cuando tiene un comportamiento diferente por no decir contradictorio con la actitud que asume Rocha Moya con los medios y la sociedad. En su favor tienen la curva de aprendizaje, en su contra, el tiempo.