Por David Uriarte /

La Universidad Autónoma de Sinaloa no volverá a ser la misma de antes, la alcanzó el tiempo, tiempo de actualización en un mundo global, en un mundo diverso con visiones encontradas, en un mundo de transición, en un mundo donde la transparencia de los recursos públicos es el eje donde gira la operación de cualquier institución subsidiada por dinero público.

Todas las crisis son para crecer, para construir nuevos horizontes, para resignificar visiones y misiones, para reforzar valores, para estar a tono con las exigencias generacionales, para superar modelos anacrónicos, para renacer sin perder el espíritu de servicio, las crisis templan los cimientos de cualquier estructura, la UAS está en plena metamorfosis para consolidarse como lo que es: un templo del saber.

La UAS es la joya de la corona, es la pieza que da forma a la imagen de la relación enseñanza-aprendizaje, es la piedra angular donde se funda la esperanza del crecimiento y desarrollo social en Sinaloa, es el centro de acopio de las semillas que habrán de transformarse en arbustos que darán sombra a sus familias.

Todos los actores políticos que pueden intervenir en la transformación de la UAS, buscan lo mismo: que cumpla con su objetivo social, la diferencia es el “cómo”. Esto se parece a los diferentes métodos que utilizan los padres con sus hijos cuando pretenden ayudarlos, unos son indiferentes, otros son punitivos, otros tolerantes, otros innovadores, y los hay violentos.

En esta nueva etapa de la UAS, hay que diferenciar su modelo educativo del modelo administrativo; hay que diferenciar la institución de sus autoridades; hay que diferenciar su presente de su pasado; hay que hacer una verdadera disección de su complejidad y no generalizar, mucho menos satanizar o sesgar la realidad con juicios de valor.

Siempre hay margen de maniobra en los conflictos de intereses… En esta nueva etapa de la UAS, hay que mirar desde la atalaya, ver en la línea del tiempo su evolución, imaginar su grandeza y destino social.

Siempre habrá en el camino del desarrollo institucional baches o imprevistos… Las instituciones son producto de voluntades, la solidificación o desmoronamiento obedece a intereses que suman o restan, la sociedad observa desde la ventana de su conciencia las manos que arrojan lodo, y las manos que limpian y fortalecen la imagen de la UAS en esta nueva etapa.