Por David Uriarte /

La vida política del doctor Rubén Rocha Moya empezó en 1968, fue Secretario General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México; la consolidó en el rectorado de 1993 a 1997 en la UAS.

Conoció la política gubernamental de fondo al incorporarse como jefe de asesores en el gobierno de Jesús Aguilar Padilla, quien también confió en él para incorporarlo al gobierno federal. En la política representativa, terminó en la cámara de senadores, lugar que dejó para competir por la gubernatura que hoy ocupa.

En cincuenta años de recorrido laboral entre la academia, los puestos directivos, la vida sindical, la experiencia en el senado, y hoy como gobernador, Rocha Moya aprendió a distinguir entre lo que es de él y lo que es de otros, es decir, entendió que “lo cortés no quita lo valiente”.

Todo esto no es más que el resumen de la actitud que mostró el gobernador la tarde del jueves. Justo a las dos y media llegó a conocido restaurante acompañado de la senadora priista Claudia Ruiz Massieu Salinas, y la exsenadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, inmediatamente se dirigieron a la mesa donde estaba un reconocido político y también exgobernador de Sinaloa, después del saludo de cortesía, se entretuvieron unos minutos en amena plática, donde los recuerdos del padre de la senadora salieron a flote por la estrecha relación de amistad entre José Francisco Ruiz Massieu y el exgobernador. El doctor Rubén Rocha Moya intercambió palabras cuyo contenido tenía que ver con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La figura política y presencia de la exsenadora Diva Hadamira Gastélum, llamó la atención de propios y extraños, conocedora de los protocolos políticos y de cortesía, intentó mantenerse al margen, sin embargo, el gobernador no lo permitió, fue una comida aderezada con una grata conversación donde el postre fue dulce de calabaza tipo conserva.

Desde el principio hasta el fin de la comida, el gobernador y sus invitadas no dejaron de platicar… a la senadora Claudia Ruiz Massieu, se le vio alegre y motivada, al igual que a Diva Hadamira Gastélum.

Lo que más llamó la atención fue la convivencia armónica, civilizada, y respetuosa entre el gobernador de MORENA y sus invitadas del PRI, esa es mano izquierda de un izquierdista como el doctor Rubén Rocha Moya, esa es cortesía gubernamental de alto nivel.