Por David Uriarte /

La inteligencia es la capacidad para resolver problemas. La inteligencia es precisamente una de las estrategias de seguridad utilizadas por García Harfuch.

Atención a las causas; Consolidación de la Guardia Nacional; Fortalecimiento de la inteligencia y la investigación; y Coordinación del Gabinete de Seguridad… estos son los cuatro ejes estratégicos para disminuir la inseguridad y apaciguar hasta donde se pueda la violencia en el país.

Como siempre, este es el “qué”, falta el “cómo”: cómo atender las causas, por ejemplo, si la inseguridad se asocia a la pobreza ¿Cuándo dejarán de ser pobres los pobres en México? Si la causa es la enfermedad mental ¿Cuándo habrá en México un programa de salud mental integral? Esto sólo por decir algo.

En este caso, la inteligencia es una estrategia técnica, una herramienta para descubrir los secretos de la delincuencia, sin duda, la mejor forma es poder escuchar y leer las conversaciones, saber o conocer sus movimientos, la red de complicidad, la ubicación geográfica de los mismos y los alcances de sus estrategias delictivas.

Escuchar o saber del número de presuntos delincuentes detenidos es bueno, mejor es saber cuántos de ellos se quedan en prisión y cuántos de ellos reciben sentencia condenatoria, de otra manera, se presta para interpretaciones espectacularmente mediáticas, con fines meramente propagandísticos, con tientes político partidistas, más que actos de mera justicia.

La práctica de presentar trabajo sustentado en el número de detenidos, vehículos incautados, armamento confiscado, laboratorios, precursores químicos y pastillas destruidas como producto final del proceso de elaboración de psicotrópicos, es más de lo mismo, es decir, no existe una relación evidente entre estas acciones y la disminución del narcotráfico como tal.

La delincuencia organizada también tiene su sistema de inteligencia y contrainteligencia, no son improvisados, a diferencia de la nómina oficial, la nómina de ellos parece ser más abultada, claro, los sueldos no corresponden al nivel de riesgo como tampoco la nómina de los integrantes de las fuerzas del orden corresponde al nivel de riesgo laboral.

La inteligencia es la médula de la información verás, es la única fuente que garantiza la operación especifica a los blancos delictivos, tanto los operativos como los administrativos.

Sin inteligencia es conducir a ciegas.