Estamos en un momento de la vida donde mucho de lo pensamos, sentimos o queremos está relacionado con nuestra experiencia en las redes sociales; un momento en el que “sentimos hacia afuera”, todo esta publicado en la red social de tu preferencia y cada cierto tiempo entramos a ver cuántos likes, comentarios, rettwets o reacciones tiene esa publicación que hicimos.
Muchas veces, cuando estamos hablando con alguien, cuando leemos comentarios, incluso cuando respondemos a las publicaciones de otros, solemos hacerlo desde la cómoda idea de que todos actuarían del modo que uno mismo lo hace y nos olvidamos de que cada persona es distinta. Entonces nos tomamos la libertad de decirle al otro cómo debería verse, cómo debería sentirse y cómo debería actuar, incluso esperamos que entienda a la perfección lo que hemos escrito, solo para darnos cuenta (minutos o tal vez horas después) de que la persona se sintió ofendida, insultada o atacada. Esto pasa porque olvidamos ponernos en el lugar del otro, ¿has escuchado la frase “todo depende del cristal con que se mira”? bueno pues básicamente se trata de ir por la vida aplicándolo, recordando contantemente que somos diferentes, nuestras vidas han sido distintas y que incluso cuando hay rasgos similares, cada persona vive y siente cada cosa de forma distinta.
A veces la situación es a la inversa, es uno quien se siente atacado y entonces nos molestamos porque el otro no entiende e incluso hay gente necia que intenta imponernos su forma de ser o de pensar, eso puede resultar en un sentimiento de soledad, así que para combatir esto y evitar que hagamos pasar a otra persona por esa situación vienen unas pequeñas recomendaciones.
Antes de hacer un comentario referente a lo que otro siente pregúntate lo siguiente:
1. ¿Lo que voy a escribir aporta algo?
2. Si yo publicara algo por el estilo ¿Cómo me sentiría si recibiera un comentario como el que estoy por hacer?
3. ¿Mi opinión insulta de algún modo a la persona que hizo la publicación?
A pesar de que me refiero a las redes sociales estas mismas preguntas pueden aplicarse a cualquier momento en que alguien te cuente algo o lo comparta en un grupo de amigos, en una reunión o en la situación que sea. Muchas veces a la gente le falta empatía y a través de sus comentarios termina demostrando la poca capacidad que tiene para ver el mundo desde diferentes perspectivas.
Si buscas en Google la definición de empatía, el resultado es el siguiente: “Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.”; dicho de otro modo, es la capacidad para ponerte en el lugar del otro. La próxima vez que recibas un comentario hiriente trata de recordar que la opinión que tengas de ti mismo es más importante que la opinión que otros tengan de ti.