Por David Uriarte /
Si no quieres que se sepa; no lo hagas. Tarde o temprano las conductas realizadas en el pasado reciente o remoto, se pueden conocer, nunca falta el “curioso” que revela los secretos o los “amigos” que recuerdan el pasado, un pasado que al contrastarse con el presente resulta contradictorio o por lo menos sorprendente.
Eso les está pasando a las corcholatas, la guerra sucia empezó temprano, tanto de adentro como de afuera, la exhibición de los gastos es un indicador del despilfarro o del control de los dineros, en este sentido, Ricardo Monreal es el que más ha gastado y el que menos aceptación tiene según las estadísticas.
Los números indican que hay un privilegio o por lo menos un sesgo o una tendencia en el caso del Adán Augusto López, tiene el mayor número de espectaculares en el país, sus cifras de gastos son de las más bajas, incluso declinó a la ayuda económica de su partido.
Marcelo Ebrard está haciendo uso medido de los recursos, es el que menos ha gastado, se pronunció por una posible traición al interior de su partido y aseguró que no lo iba a permitir, son datos de fisuras internas, de tensiones propias de las contiendas electorales.
Claudia Sheinbaum, para muchos la favorita del Presidente, ha recibido muestras contradictorias de aceptación, por un lado, llena plazas y por otro lado construye vacíos, es señalada por cosas que no tienen sentido pero hacen ruido mediático como su origen judío, privilegios de su familia especialmente el premio de poco menos de un millón de pesos que se le otorgó a su mamá por ser profesora investigadora, se le señala de querer imitar en el discurso al Presidente, incluso se le han contado el número de palabras por minuto que pronuncia en sus discursos y se le compara con el número de palabras que pronuncia el Presidente en sus discursos, sin duda está en la lupa de la crítica como la más fuerte contendiente a convertirse en la coordinadora Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación.
Gerardo Fernández Noroña, un intelectual sui generis, como diría la crítica popular, “tiene los astros en contra”, no más no logra superar con objetividad su grado de aceptación entre la sociedad a pesare de tener buen discurso, hasta el “noroñabus” se le descompuso.
El caso de Manuel Velasco Coello, además de anecdótico revela su estrategia de refugio y permanencia política.
Se sabrá más de ellos, mucho más.