Por David Uriarte /
Al final del día todo se mide en ganancias o pérdidas cualitativas o cuantitativas, puedes ganar dinero, pero perder tranquilidad, puedes ganar salud, pero perder el trabajo… En fin, de lo que se trata es de entender hasta donde sea posible, la ganancia de los sinaloenses con el nuevo régimen político que gobierna México y el Estado.
La alineación político partidista de MORENA con López Obrador y el doctor Rubén Rocha Moya, debiera suponer múltiples ganancias para los sinaloenses, en materia de seguridad, los números reflejan una contención prudente si se compara con estados como Zacatecas, y Veracruz, sin embargo, la percepción de inseguridad sigue causando escozor emocional en gran parte de la población.
En materia de educación, Sinaloa se mantiene con las puestas abiertas al cien por ciento de los jóvenes que quieren incursionar en la educación media superior y superior, tanto la UAS como la UAdeO, y las Universidades técnicas son opción viable y tangible; la deserción escolar por la pandemia es fenómeno propio den todo el mundo como resultado de la pandemia.
En materia económica, ahí si las cosas no están como quisieran los sinaloenses… La incertidumbre sanitaria mantiene a la economía en una incertidumbre permanente, por ejemplo, la industria restaurantera y hotelera se mantiene a la espera de su reactivación; la cancelación del maratón es una muestra de los desastres económicos. Las restricciones sanitarias en los giros de vida nocturna es otra afectación a la economía sinaloense, aunque el dato objetivo son las altas y bajas de los trabajadores en el padrón del Seguro Social.
El renglón de los servicios de salud, especialmente la medicina privada, ha tenido un repunte único en los dos últimos siglos, farmacias y hospitales privados han hecho su agosto con la pandemia, lo mismo ha pasado con las empresas funerarias y los panteones privados, la pandemia los ha enriquecido, es un tema difícil de abordar, pero por demás evidente.
En términos generales, los sinaloenses perciben otro olor en la política, mantienen esperanza e incertidumbre como mezcla de realidades que la neblina del tiempo habrá de disipar.