La distimia pertenece a los cuadros depresión bajo los criterios clínicos y está caracterizada como parte de los trastornos del estado de ánimo, alteración que tiene una mayor prevalencia en las mujeres, sin embargo, la detección se puede empezar a observar desde la primera infancia, expuso la psicóloga universitaria, Kirenia Alejandra Ortega Escalante.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), explicó que este trastorno tiende a confundirse con la depresión, pero existen dos características puntuales que permiten diferenciarlas, la primera de ellas es la duración, ya que la distimia, puede persistir por un de mínimo dos años en los adultos y, en niños y adolescentes, su duración es de un año.
“La distimia como es más prolongada y lleve pudiéramos empezar a observar desde la infancia que, por ciento en la actualidad, ya no podemos hablar tanto del concepto distimia, si no de trastorno depresivo persistente, está la nueva nomenclatura así”, dijo.
Señaló que se desconoce las causas del trastorno depresivo persistente, pues este puede desencadenarse por múltiples factores, como puede ser genético, biológico hasta contextual. Entre los síntomas más comunes está un estado muy profundo de tristeza, sensación de vacío, alteración en los hábitos de la alimentación y del sueño.
Informó que, para poder determinar que una persona realmente presenta dicho trastorno, es necesario que el diagnóstico lo realice un especialista de la salud mental, pues en ocasiones, se puede confundir la distimia con cuestiones propias del desarrollo, fisiológicas, hormonales; en cuanto a la etapa de la niñez y la adolescencia, los padres pueden identificar con base en el cambio repentino en el patrón de conducta, del lenguaje, entre otros.
“Cuando hay un desbalance o un patrón que no es el usual ya se puede estar identificando, intuyendo, pero quien realmente puede hacer un diagnóstico válido, pertinente es el especialista, por eso yo si recomiendo que de entrada se vaya con el especialista, se valore y determinado esta situación ya se hace un trabajo en conjunto, incluso con un especialista médico”, apuntó.
La especialista recomendó llevar un estilo de vida saludable, cuidar la alimentación, ejercitarse, mantenerse hidratado, tener higiene en el sueño, así como realizar actividades placenteras para el individuo, ya que, precisó que, está demostrado que este desbalance puede repercutir en la salud mental.
“Definitivamente una vez los síntomas detectados, psicoterapia cien por ciento y si esto ya es severo, ya genera malestar o genera una disfunción a nivel de otras áreas escolar, familiar, laboral, etcétera, pues ya, asociarnos y colaborar de manera muy estrecha con una atención médica psiquiátrica, de preferencia”, recomendó.