Por David Uriarte /
A veces el desprestigio de una institución mancha el prestigio de sus trabajadores, algunos hospitales públicos tienen una reputación social negativa, aunque cuenten con prestigiados investigadores y extraordinarios médicos. Lo mismo le pasa al presidente de Comité Directivo Estatal del PRI en Sinaloa, el Ingeniero Jesús Valdés; mientras él cuenta con una red de amigos que lo apoyan más en lo particular que en lo institucional, la marca que representa no logra el posicionamiento esperado, y el tiempo apremia.
La siembra de amistades del Chuy Valdés siempre le ha dado buenos resultados, bueno, casi siempre… gracias a ello, hoy les toca la puerta a los comerciantes del mercado de abastos de Culiacán, a los agricultores del todo el estado, y establece negociaciones con algunos empresarios para promover sus Jornadas Vecinales.
¿A quién ve la gente? A un Chuy Valdés inquieto, ocupado en llevar algo a las familias de escasos recursos, o a un partido que busca reconquistar la voluntad popular. Lo que le falta al Chuy Valdés, es que lo regañe su jefe inmediato y su jefe institucional por andar haciendo lo que hace, por salirse de los cauces tradicionales o por darle presencia a la marca con su nombre.
Uno de los virajes de la política nacional, es la búsqueda de un líder más que unas siglas, aunque a veces al sustituir las siglas por el nombre, vienen las desilusiones. Sea como sea, en la diversidad política siempre hay lideres cuyos colores pueden o no agradar a los votantes, la tendencia mundial es la búsqueda de líderes, antes el partido político llevaba al poder al militante o simpatizante, hoy, el militante o el simpatizante lleva al poder al partido.
Algo de esto está pasando en la dinámica partidista, por eso, Jesús Valdés anda 24/7 en todos los municipios. Ayer en Salvador Alvarado, hoy en Elota y Mazatlán, reuniones y más reuniones, y reparto y más reparto de víveres y productos de limpieza aprovechando la contingencia sanitaria.
Los huérfanos de partido político, los resentidos con su partido de origen, los excluidos y por supuesto, los priistas de corazón representan la materia prima de Jesús Valdés para darle forma a las aspiraciones de él y los suyos.