Por David Uriarte /
A unas horas del Cuarto Informe del presidente López Obrador, los cambios en las mesas directivas de los diputados federales y el Senado, se dan en condiciones más que extrañas, especiales.
Por un lado, Santiago Levi arrasa en la elección para presidir la Cámara de Diputados, un panista que “casualmente” vio de cerca el desafuero de López Obrador cuando fue jefe de gobierno, su experiencia en política interior, políticas públicas, políticas partidistas, política representativa y administración pública, lo convierten en una pieza presidenciable.
Por el rumbo del Senado, las cosas se vienen dibujando desde hace meses con marcada insistencia por la postura radical del senador Monreal, es evidente su interés por ser Presidente de México, evidente también su distanciamiento que no necesariamente ruptura con el presidente López Obrador. La maestría de Ricardo Monreal para manejar los tiempos y los hilos de la política partidista, la viene demostrando desde que el Presidente destapa a las famosas “corcholatas” donde no aparece él.
Desde entonces, Monreal ha manejado primero un discurso de unidad, de tolerancia, de respeto… y ahora de astucia política, al mandar una señal a Palacio Nacional al imponer como nuevo presidente de la Mesa Directiva, al senador Alejandro Armenta.
El día previo al Cuarto Informe del Presidente, Monreal pone dura la mano y con todo respeto, saca la espada del poder diciendo: esto es el principio de lo que puedo hacer para desestabilizar los planes presidenciales relativos a la sucesión presidencial.
Son muchas lecturas, una de ellas es el muestreo a los demás partidos como un cuadro valioso y de contrapeso a la carta de la baraja del Presidente, otra lectura es la posible división dentro de MORENA y con esto el riesgo en las elecciones por fractura y escisión partidista.
Otra lectura, consiste en el posible ofrecimiento a Monreal y sus seguidores, es decir, está el Gobierno de la Ciudad de México, secretarías importantes como Gobernación, Relaciones Exteriores, más la promesa de aguantarse para la próxima.
Sea cual fuere su estrategia y la estrategia del Presidente, lo cierto es que Monreal puede ser el fiel de la balanza tanto para asegurar el triunfo de MORENA, como para propinarle un buen descalabro al famoso movimiento.
En Sinaloa como en más estados de la República, Monreal tiene simpatizantes.