Por David Uriarte /

Eloy Cavazos, Alejandro Silveti, o Pablo Hermoso de Mendoza, han de ser la inspiración del Coordinador General de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Sinaloa… la ‘chicuelina’ y el ‘pase de pecho’ son las suertes taurinas que más domina, del último tercio el ‘pase natural’ es su especialidad.

Una de las posiciones más difíciles y desgastantes en cualquier régimen político-administrativo, es la comunicación social donde lo mismo hay que lidiar con los ‘divos’ del negocio que con los ‘virreyes’ de la información.

Cuidar la imagen se convierte en un trabajo de 24/7, difundir la información es la prioridad irremplazable, las vacaciones son virtuales, la familia un suero revitalizador, las tensiones emocionales una constante; mensajero de buena voluntad, más negociador que los egresados de la escuela de economía de Harvard, se parecen a las parteras de rancho que sólo las buscan cuando las ocupan, en fin… ya no se sabe si es un privilegio (que sí lo es) o un castigo.

No hay Coordinación de Comunicación Social que no cobre su cuota de enfermedad, estar toreando todos los días no es lo mismo que torear cada temporada, lo único garantizado en estos puestos es el estrés y la hipertensión arterial. Estas responsabilidades también tiene su toque de ingratitud, mientras están de moda son construidas o exaltadas sus virtudes, cuando se retiran o los retiran, pasan a la lista de ‘los olvidados’ en el mejor de los casos.

Alberto Camacho, llegó con maestría en su oficio y se irá con doctorado, con una personalidad analítica de la escuela del trabajo exitoso, “el Camacho” como le dicen sus amigos, enfrenta con sus mejores días la paradoja de su vida: el servicio público.

El trabajo extenuante de mantener el nombre y la imagen de Sinaloa en los peldaños nacionales e internacionales, requiere prestancia en el oficio, habilidad en el manejo, e inteligencia en el negocio.

Jamás habrá unanimidad en la percepción del trabajo ajeno, sin embargo, los números hablan sin sentimientos aunque el lomo emocional del responsable eventualmente se debilite… “el Camacho”, maneja el capote y la muleta en un ruedo donde la lidia de la comunicación tiene cuernos afilados.