Por David Uriarte /
La estructura social requiere de pegamentos múltiples, no todo es reproducción biológica, nacer, crecer, reproducirse y morir, en la ruta de vida desde el nacimiento hasta la muerte… las opciones se multiplican, la libertad de elección abre la puerta del tobogán de la vida personal, desde una vida recatada, productiva y prudente, hasta una vida desenfrenada, improductiva e imprudente.
El panteón como destino final es ineludible, pero la cama de hospital se puede postergar, igual que se pueden prevenir la mayor parte de las enfermedades a través de un estilo y una calidad de vida saludable.
Hay muchas espadas amenazantes de la vida y su calidad, se pueden enumerar desde la pobreza extrema que conduce a la indigencia; la enfermedad mental que conduce a la inimputabilidad, las adicciones de cualquier tipo -especialmente a los psicotrópicos-, el trastorno de los impulsos como la ira y la agresión, la mente asesina incrustada en la sociopatía; y estar en el momento equivocado en el lugar equivocado.
Las tragedias individuales, familiares y sociales, ocurren de manera repentina, pero se incuban en el ámbito predictivo, se condimentan en la pobreza, la mendicidad, la indigencia, las adicciones a psicotrópicos, y la sociopatía.
Las transgresiones a las normas de convivencia social se dan bajo ciertas condiciones: principalmente una mente enferma, víctima de pensamientos obnubilados, un pensamiento trastornado por las drogas, o una enfermedad mental que requiere tratamiento especializado mucho antes que detone la autoagresión o la agresión social.
La única condición para morir es estar vivo, y para sufrir es tener bienestar. La intoxicación social se da cuando las condiciones de vida, seguridad, e integridad, se ven amenazadas por individuos de la misma especie, un canibalismo amedrentador, que mantiene la paz y la tranquilidad social arrinconadas en las mentes de los intoxicados por el clima de inseguridad social.
Unos drogados por los psicoactivos y otros por su propio cerebro depredador, intoxicando el clima de una sociedad que solo busca bienestar, ese es el mundo que hay que limpiar, esa es la sociedad que hay que curar, las revoluciones se gestan en las inconformidades, en las polarizaciones, en las asimetrías, en las injusticias, la paz se construye en la equidad, el respeto, la tolerancia, la flexibilidad, la seguridad, y la justicia.