La LXIII Legislatura develó en sesión solemne la frase “Al movimiento estudiantil de 1968, 2 de octubre no se olvida” con letras doradas en el Muro de Honor del Pleno del Congreso del Estado de Sinaloa, a 52 años de la represión y masacre de los estudiantes que conformaron el movimiento; por parte del Gobierno del entonces Presiente de México Gustavo Díaz Ordaz, y que tuvo lugar en la Plaza de Tlatelolco en 1968.

El Pleno del Congreso del Estado previamente aprobó un dictamen conformado por dos iniciativas, una del Grupo Parlamentario de morena que proponía la frase “2 de octubre no se olvida” y la otra del Grupo Parlamentario del PRI que propuso la frase “Al movimiento estudiantil de 1968”.

La coordinadora del Grupo Parlamentario de morena, Graciela Domínguez Nava, dirigió un mensaje en el marco de la sesión solemne recordando a un joven de Agua Caliente de Garate, Concordia, quien cursaba la licenciatura de economía en el Instituto Politécnico Nacional.

“Florencio López Osuna, destacado por su desempeño académico, fue integrante del Consejo Nacional de Huelga, y el único orador en el mitin del 2 de octubre. Víctima de la represión fue encarcelado en Lecumberri. La juventud sinaloense en actitud histórica, como lo soñara Enrique Félix Castro, presente en el 68. El viento animal del porvenir encarnado en este joven sinaloense luchaba por la democracia y la libertad”, remembró Graciela Domínguez Nava.

“2 de octubre de 1968. 52 años han pasado de aquella masacre. El gobierno de Gustavo Díaz Ordaz asesinaba estudiantes, los encarcelaba, los desaparecía; el gobierno de Díaz Ordaz hacía uso de fuerzas represivas pretendiendo desaparecer las voces de la juventud que en actitud histórica exigían justicia para el pueblo, democracia y libertad. El gobierno asesino de Díaz Ordaz ensangrentó las calles, agravió al país, cometió crímenes de lesa humanidad”, sentenció la coordinadora de morena en el Congreso del

“No quiero callar, lo que otros callaron
Quiero decirlo con todas su letras
Quiero grabarlo en esta tribuna
Gritarlo si es preciso”, recitó a continuación la
legisladora morenista.

Reprochó el silencio histórico de los medios de comunicación. Prensa, radio y televisión que enmudecieron ante la masacre estudiantil de la Plaza de las Tres Culturas, controlados por un Gobierno absoluto y sin contrapesos de ninguna naturaleza.

“La prensa corrupta enmudeció. Nadie al amanecer del día siguiente. La sangre había sido lavada como pretendiendo borrar la historia ¡Cuán equivocados estaban! La calle bogando la sangre de los jóvenes inmolados en cultura la convirtió. Opima labranza, la juventud en la historia. ¡El dos de octubre, no se olvida!”, expresó Graciela Domínguez.

Añadió que el 2 de octubre de 1968 no puede olvidarse, pues la fecha y el movimiento, tienen grandes significados para el pueblo de México. Es la memoria palpitante, la memoria convertida en fuerza cultural para la transformación social de nuestra patria, aseguró.

“Aquellos acontecimientos fueron tristes porque fue una emboscada a una multitud pacífica y alegre que dejó muchos cadáveres ese día en la Plaza de Tlatelolco, y en otras plazas y escuelas en los meses previos”, apuntó Graciela Domínguez.

“Se pensó desde el poder que pronto todo se olvidaría, que aquel 2 de octubre sería recordado tan sólo por haber sido un día soleado. Pensaban que la gente tenía mala memoria. Que bastaba con enviar a los empleados municipales a lavar la sangre en la Plaza de los Sacrificios, para que al día siguiente amaneciera barrida, como denuncian los poemas de Octavio Paz y Rosario Castellanos”, señaló.

Calificó la represión como un portazo terrible a la búsqueda, a través de un fascinante movimiento estudiantil; más que portazo balazos contra un movimiento de la juventud crecido a los ámbitos populares de México que buscaba la apertura de un régimen que no admitía disidencias, menos aún alternancias.

“El régimen político había tocado el fin de sus tiempos. El 68 dejaba una convocatoria: transformar el régimen político. La semilla de la rebeldía pacífica y democrática había quedado sembrada y tarde o temprano habría de germinar”, apuntó la legisladora.

Relató que primero fueron múltiples luchas populares, incluso movimientos guerrilleros, luego mediante partidos políticos participando pacíficamente en elecciones que no terminaban por ser democráticas, tras una reforma política realizada apenas a nueve años del histórico movimiento estudiantil de 1968.

“Justo en el marco del 50 aniversario del 68, en junio de 2018, se presentó la alternancia progresista en la Presidencia de la República, dando inicio a la transformación social, la otrora utopía mayor de la juventud de 1968. Las 72 horas que los jóvenes le daban de plazo al gobierno para que cumpliera el pliego petitorio se convirtieron en 50 años de luchas sociales y políticas. El cambio verdadero consagrado el 2018 viene de lejos”, expresó la Presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Sinaloa.

“Ese mismo año de 2018, en este Pleno de la LXIII Legislatura, tuvimos el honor de rendir el primer homenaje que este Congreso le hacía al Movimiento Estudiantil de 1968, en el que la juventud sinaloense estuvo presente de manera sobresaliente. Hoy damos claro testimonio de que en Sinaloa el 2 de octubre no se olvida; este Congreso rinde homenaje al movimiento del 68 al colocar en su Muro de Honor con letradas doradas: Al movimiento estudiantil de 1968, 2 de octubre no se olvida”, concluyó Graciela Domínguez Nava.