David Uriarte /

Haciendo un cálculo supersticioso para adivinar qué es lo que verdaderamente pasó tanto en la captura o entrega del “Mayo” Zambada y en la muerte de Héctor Melesio Cuén Ojeda, las voces expertas se atreven igual que las voces inexpertas, a decir o hacer una serie de afirmaciones, planteamientos hipotéticos, algunos con lógica otros fuera de toda lógica, afirmaciones como sacadas de un libreto novelesco o de un guion de cine.

Lejos de los supuestos está lo evidente, un acto criminal que deja en la orfandad real a una familia y en la orfandad simbólica a miles de seguidores, simpatizantes, y miembros de un partido político fundado hace doce años.

A veces el final es el principio, termina la vida terrenal de un líder cuestionado por muchos, admirado por tantos, y seguido por un sinnúmero de creyentes en su palabra y su proyecto.

El espacio que, a partir de ya, ocupa Héctor Melesio Cuén Ojeda en la conciencia de la comunidad universitaria, es de tal dimensión que trascenderá en el tiempo, igual suerte correrá en gran parte de la una sociedad donde su nombre empezó a escribir su propia historia desde antes de su rectorado, nombre consolidado en los vaivenes del quehacer político y en las traiciones e ingratitudes recibidas.

La sociedad no puede alejarse de los acontecimientos que manchan la paz y la tranquilidad, de hechos que vaticinan un estado de tensión emocional colectivo, de ajustes en las estrategias de seguridad por lo menos en el discurso, de un ímpetu natural entre las partes afectadas, la sociedad sinaloense vive unas vacaciones de verano más que tensas, sorprendentes.

La cábala en estos temas por demás trascendentes en la vida pública, debe aconsejar a todos los actores de la película, gobierno y gobernados se pueden enfrentar en una lucha sin sentido; el derramamiento de sangre no puede ser el camino o la vía para dirimir diferencias… La cábala puede inclinar su recomendación para una suspensión definitiva de todas las hostilidades por ambas partes, un gobierno negociador y una sociedad moderada.

De cualquier manera, las páginas de la historia ya registran en Sinaloa hechos vergonzosos, deleznables, producto de mentes criminales, de asesores que se esconden en el manto protector del poder, la cábala señala que en poco tiempo el karma les cobrará la factura.

En fin, es fácil suponer, pensar, imaginar, hipotetizar, fantasear, sobre la verdad.