La Primavera nos puede ayudar a iniciar un nuevo ciclo de hábitos, nutrición y ejercicio
Cuando pensamos en hábitos, a menudo solemos pensar en disciplina para alimentarnos, o hacer ejercicio, pero cosas tan comunes como cepillarte los dientes, o ponerte el cinturón de seguridad al subir al automóvil, son también hábitos que hemos generado a lo largo de nuestra vida.
Los hábitos están destinados a ser automáticos, los comportamientos en los que realmente no necesitas pensar o considerar cada vez. De hecho, generalmente estamos pensando o haciendo algo completamente diferente mientras estos comportamientos van en “piloto automático” y se ejecutan en segundo plano.
Sin embargo, existen malos hábitos, con diversos grados de nocividad como morderte las uñas cuando estás estresado, mirar tu teléfono una hora antes de acostarte todas las noches, comer cuando te sientes estresado o triste, Etc. Estos son hábitos que pueden afectar tu salud.
Y ahora que hemos traído tus hábitos (buenos y malos) al centro de atención, los especialistas nos explican cómo se forman dichos hábitos y cómo romperlos cuando no son saludables.
¿Cómo se forman los hábitos?
La manera en la que formamos hábitos es bastante simple. ¡Los aprendemos!
Pero lo que hace que un determinado comportamiento aprendido se mantenga, hasta el punto en que en realidad se vuelve habitual, es donde las cosas pueden complicarse un poco más.
Hay mucha investigación sobre la formación de hábitos, y en lo que la mayoría de los expertos están de acuerdo es en que formar un hábito requiere:
- Una señal consistente (lo mismo, a la misma hora, en el mismo lugar)
- Un comportamiento simple (generalmente uno que se considera útil)
- Una recompensa (que puede ser inherente o adjunta a su comportamiento)
- Muchas repeticiones de la fórmula anterior
Por ejemplo, cada vez que te subes a tu automóvil, te pones el cinturón de seguridad. Las señales consistentes son tu automóvil y tu cinturón de seguridad. El comportamiento simple es abrocharte el cinturón. Y la recompensa es tu seguridad mientras conduces (además de ser un ciudadano obediente y respetuoso de la ley, por supuesto).
La última pieza del ciclo del hábito es el tiempo. La señal, el comportamiento y la recompensa deben repetirse constantemente durante el tiempo que sea necesario para que el comportamiento sea habitual.
El tiempo que se tarda en formar un hábito varía según la persona, así como el comportamiento en sí. Pero, en promedio, una persona tarda unos dos meses en formar un nuevo hábito, aunque puede oscilar entre 2.5 y 36 semanas.
¿Por qué son importantes los hábitos?
La investigación de expertos en comportamiento estima que más del 40% de nuestros comportamientos diarios son habituales. Esto significa que, en definitiva, confiamos mucho en nuestros hábitos.
La razón de esto es bastante sencilla. Convertir los comportamientos cotidianos en hábitos libera nuestro cerebro para pensar en las situaciones y desafíos en constante cambio que enfrentamos, ya sea para resolver un problema en el trabajo o decidir qué comer para la cena.
¿Se pueden realmente romper los hábitos?
Así como puedes desarrollar hábitos saludables, como tomar un vaso de agua con cada comida, también puedes formar algunos malos. La buena noticia es que estos malos hábitos pueden reemplazarse, con un esfuerzo constante y decidido.
Debido a que los hábitos son esencialmente comportamientos de fondo, romper uno comienza reconociendo que el mal hábito existe en primer lugar.
Una vez que hayas reconocido un hábito poco saludable, los expertos dicen que romperlo tiene más éxito si puedes interrumpir la señal asociada con el hábito. Es por eso por lo que algunos creen que el mejor momento para comenzar sus esfuerzos por deshacerse de un hábito poco saludable, por uno más saludable, es cuando se está de vacaciones o si acabas de mudarte a una nueva casa o ciudad.
Sin embargo, algunos hábitos son difíciles de formar, especialmente si la recompensa es más abstracta, como una mejor salud. Si estás luchando para mantener un hábito saludable, es posible que debas considerar adjuntar una recompensa a la conducta. Por ejemplo, puedes ver un episodio de tu programa de televisión favorito mientras haces ejercicio. Sin embargo, recuerda que la clave para cualquier recompensa que elijas es que sea inmediata.
Con información de especialistas del Hospital Houston Methodist