Por David Uriarte /
El día de hoy la 64 legislatura de Sinaloa habrá de despejar dudas y exhibirá el nombre de quien será titular de la Fiscalía General.
Dos mujeres y un hombre son las cartas de la baraja, el voto será secreto y es posible que ahí mismo en ese momento proteste el cargo quien resulte favorecido o favorecida, sin embargo, las expectativas de la ciudadanía en este caso prácticamente no cuentan. Hay dos sectores donde expectativas e intereses, tienen o mantienen una tensión ríspida: los abogados y los políticos.
Los abogados postulantes, colegios de abogados, Federación de Colegios de Abogados, y líderes naturales entre pares, saben o se imaginan cual será la mecánica final o definitiva para la elección; unos quedarán contentos y satisfechos, otros tendrán que tragarse nuevamente su berrinche.
En los políticos pasará lo mismo, los políticos institucionales esperan que todo salga como lo planearon, o como se dice en la jerga de ellos: “que todo este planchado” para no darle dolores de cabeza al Gobernador, otro grupo de políticos no quedarán conformes al saber o pensar que en la Fiscalía estará “un fiscal carnal” o “una fiscal carnal”, es decir, alguien a modo a pesar de ser un órgano autónomo.
La cadena de suministro de los recursos humanos fue por la vía legal, la norma establece que el Coordinación del Consejo Estatal de Seguridad Pública convoca a los interesados, los consejeros deciden una quinteta, el Gobernador una tercia, y el Congreso “elige” mediante voto secreto de cada uno de los diputados, y se acabó la zozobra sobre el tema.
Dámaso Castro Saavedra, Sara Bruna Quiñonez Estrada y Claudia Zulema Sánchez Kondo, mantienen la esperanza de ser favorecidos no con el voto de los diputados sino con el voto del Gobernador, matemáticamente la relación del peso es de uno a cuarenta.
Es probable que los aspirantes inconformes por lo menos hagan declaraciones en los medios, otros expresen su inconformidad en los colegios de abogados, y no faltará quien busque un resquicio legal para impugnar el procedimiento y la decisión.
Algunos sostienen y siguen pensando que amistad mata academia ¿será?