Por David Uriarte /
La sencillez y moderación de la austeridad es diferente al estado de necesidad que pone en riesgo la vida o la salud. Las manifestaciones de inconformidad del sector salud, principalmente médicos y enfermeras por falta de equipo de protección personal, alertó la bondad de miles de ciudadanos quienes fueron al rescate en la medida de sus posibilidades.
Limosnear equipo de protección para el personal en medio de la pandemia, generó ausentismo, incapacidades por contaminación y en algunos casos, la muerte del personal de salud. Mientras los hospitales públicos destinados a pacientes COVID pedían limosna de manera velada o desesperada, la insuficiencia de personal ponía tensos a los enfermos y familiares.
Gracias a las denuncias en los medios de comunicación, la población empezó a dimensionar la magnitud de la carencia en los equipos de protección personal de médicos y enfermeras en los hospitales, de inmediato metieron la mano a su bolsillo, compraron, confeccionaron, o consiguieron lo que el gobierno austero no pudo hacer en tiempo, forma y suficiencia.
Hoy la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros deposita otra limosna en la canasta del gobierno austero, Sofía Belmar, presidenta de la asociación, dijo que serán 50 mil pesos lo que se otorgará de indemnización por fallecimiento y los beneficiarios serán cónyuge, hijos o padres.
La fuente de ingreso del gobierno es la tributación, a esto no se le puede llamar limosna porque es una obligación del contribuyente, gracias a los que pagamos impuestos, las obras, servicios y nómina del gobierno se pagan.
Cuando el gobierno deja en el desamparo a las instituciones de salud pública y lo más valioso de ellas que son sus trabajadores, entra al relevo la limosna del pueblo bueno, total, desde la conquista en el año 1521, los españoles acuñaron términos como ‘pecado’, ‘confesión’ y ‘limosna’, que muchos mexicanos aprendieron por generaciones.
Gracias a la organización de la sociedad civil, hospitales públicos y su personal, siguen recibiendo material y equipo para enfrentar este caos apocalíptico cuyas dimensiones apenas empezamos a entender.