El ciclo de la mariposa cuatro espejos, de alguna forma, esta temporada estuvo bien en comparación con la temporada pasada, que se tuvo una producción de 10 mil larvas a diferencia de las 8 mil 500 de este año, consideró Miguel Corrales tras realizar un balance de la especie.
El encargado del Proyecto de la mariposa cuatro espejos en laboratorio, en conjunto con el doctor Bladimir Salomón Montijo, indicó que en su última etapa de uno de las cortes que hacen para llevar un registro sobre la producción de la especie, estuvo a la baja debido a la temporada de lluvia que se presentó tardía, además de la escasez de agua afectando la dinámica.
“Parte de esta dinámica de lluvias que no fue tan consecutiva como pensábamos, afectó de alguna manera la disposición de alimentos de las plantas, lo que posiblemente pudo haber provocado que las larvas de mariposa aceleraran a su estadio para convertirse en capullo”, consideró.
Aun cuando la situación no fue tan drástica y se pudieron obtener resultados en el mariposario, la escasez de agua frenó la disposición de alimento y las condiciones para que emergieran nuevas.
Entre la fenología de las plantas en la disposición de recursos, hay una sincronización o conexión para estar presentes en un sitio, por lo que en la actualidad se ha observado el desfase de ciertos ciclos, lo que conlleva a que algunas especies emerjan en otros meses al que se acostumbra, puesto que el periodo de lluvia se ha ido recorriendo.
“Es lo que vemos normalmente acá también, en este caso el estadio de las mariposas se está recorriendo debido a este fenómeno, por lo que, el cambio climático sí ha sido una consecuencia que nos ha afectado y esta va a seguir de no hacernos consientes que ya está presente”, señaló.
De ahí la importancia de este proyecto de conservación de la mariposa cuatro espejos al tenerles un ambiente controlado dentro del mariposario, manteniendo este recurso disponible, sin embargo, en su hábitat natural o silvestre este es completamente diferente, enfrentándose a cambios drásticos los 365 días del año.
En ese sentido, dijo que el cambio climático ya está con nosotros, por lo que es importante tener más árboles en toda la ciudad, ya que estos van ayudar a regular este clima en las zonas urbanas al brindar humedad, sombras y atracción de las lluvias, garantizando lluvias cada año y con ello tratar de recuperar la dinámica de hace 10 años atrás.
Lo que continúa, al término de esta temporada, es la fenomenología de la planta que alimenta a la larva, que es el sangregado, quedando como pie de cría en el mariposario 150 ejemplares que respalden la siguiente temporada.